¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! Gustavo Petro lanza un feroz ataque contra su excolaborador Olmedo López, acusándolo de ser un “vampiro de la codicia” en medio de un escándalo de corrupción que amenaza con sacudir los cimientos de su gobierno. López, exdirector de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastre (UNGRD), está en el ojo del huracán tras ser señalado por un desvío millonario de recursos destinados a la atención de emergencias y damnificados.
La indignación del presidente es palpable. En un contundente mensaje a través de su cuenta de X, Petro exigió la máxima condena para López, enfatizando que “un hombre de izquierda jamás debe robarle a los pobres”. Este giro dramático es aún más impactante dado que fue el propio Petro quien nombró a López en su cargo. La traición parece ser doble: primero, al pueblo colombiano y segundo, al propio presidente.
Mientras la defensa de López sostiene que su cliente ha colaborado con las autoridades para destapar la corrupción, el abogado José Luis Moreno Caballero intenta minimizar su responsabilidad, afirmando que su testimonio ha sido crucial para las investigaciones. Sin embargo, la sombra de la culpabilidad se cierne sobre él, y la presión sobre el gobierno de Petro aumenta.
Este escándalo no solo pone en jaque la credibilidad del gobierno, sino que también plantea serias preguntas sobre cómo un funcionario acusado de corrupción pudo ocupar un cargo tan sensible en una administración que prometió transparencia y lucha contra la impunidad. La ciudadanía exige respuestas y acciones contundentes.
El tiempo corre y la justicia debe actuar. Los colombianos observan con atención el desenlace de este caso que podría marcar un antes y un después en la lucha contra la corrupción. La presión está sobre Petro, quien ha prometido que no habrá impunidad, sin importar quién sea el culpable. La tensión está en el aire y todos esperan que la verdad salga a la luz.