**Los 3 Magnates DESCONOCIDOS Que Son Dueños de TODOS Los Aeropuertos en México**
En un giro inesperado que sacude los cimientos del sector aeroportuario mexicano, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha tomado medidas drásticas que impactan a los tres conglomerados que controlan 43.5% de los aeropuertos del país. Este 4 de octubre, los grupos aeroportuarios del Sureste, del Pacífico y del Centro-Norte enfrentaron una decisión gubernamental unilateral para aumentar las tarifas de uso de aeropuerto, una medida que ha desatado el pánico entre inversionistas y ha hecho tambalear sus acciones en la Bolsa Mexicana.
Durante más de 25 años, estas empresas han disfrutado de un monopolio casi absoluto, generando ganancias exorbitantes que superan los 23,748 millones de pesos en 2022, un aumento del 2000% desde la privatización. Sin embargo, la reciente intervención del gobierno ha sembrado la incertidumbre, rompiendo la paz en un sector que había estado exento de cambios significativos en tarifas durante cuatro administraciones.
La situación se intensifica con la reciente modificación de la Ley Federal de Derechos, que destina los ingresos adicionales a las fuerzas armadas, marcando un cambio radical en la gestión del transporte aéreo en México. Mientras los conglomerados intentan negociar nuevas reglas, la presión sobre ellos sigue creciendo. La intervención del gobierno ha llevado a caídas históricas en el valor de sus acciones, superando los 60,000 millones de pesos en pérdidas en un solo día.
La figura de Fernando Chico Pardo, dueño de Aeropuertos del Sureste, resalta en este contexto. Con un patrimonio de 2,600 millones de dólares, su influencia y decisiones estratégicas han moldeado el panorama aeroportuario. A medida que el gobierno militariza el sector y toma control de más aeropuertos, la pregunta persiste: ¿se avecina una nueva era de control estatal en la aviación mexicana?
Con el futuro de la conectividad aérea en juego, la comunidad empresarial y los usuarios del transporte aéreo aguardan ansiosos por respuestas. La batalla entre el gobierno y los magnates aeroportuarios apenas comienza.