Wanda Nara ha regresado al centro de atención mediática con una entrevista explosiva que aborda su vida personal, la relación con Mauro Icardi y su familia. La figura pública, conocida por su franqueza, no se contuvo al responder preguntas sobre su exmarido y la actual pareja de este, la China Suárez. En un encuentro que duró casi 20 minutos, Wanda mostró una mezcla de vulnerabilidad y determinación, especialmente al tratar el tema de sus hijas, quienes han expresado el deseo de cambiarse el apellido.
A su llegada al país, Wanda fue abordada por varios medios, donde se notó su incomodidad inicial, pero rápidamente se abrió al diálogo. La situación familiar es tensa; sus hijas, en medio de la controversia, han manifestado su tristeza y el deseo de desvincularse del apellido Icardi. Este aspecto tocó una fibra sensible en Wanda, quien lo describió como “triste” y un tema que debe tratarse en el ámbito familiar.
En cuanto a Mauro Icardi y la China Suárez, Wanda no escatimó en comentarios. Desestimó cualquier traición por parte de Marley, quien entrevistó a Icardi, y se refirió a la actual pareja de su exmarido de manera despectiva, sin nombrarla. Además, defendió su papel como madre y su derecho a trabajar, justificando sus viajes y compromisos laborales.
A lo largo de la charla, Wanda dejó claro que no teme las críticas y que su prioridad son sus hijas. Su relación con Mauro, aunque complicada, parece seguir siendo un tema recurrente en su vida. La figura mediática se mostró firme en su independencia financiera y en su capacidad de tomar decisiones por sí misma, enfatizando que nunca se acercó a Mauro por dinero.
Con un tono desafiante, Wanda Nara reafirmó su lugar en el escenario mediático, dejando claro que su vida y sus decisiones son solo eso: suyas. La entrevista, cargada de emoción y sinceridad, refleja no solo la lucha de una madre, sino también la complejidad de una vida expuesta al escrutinio público.