Rusia ha lanzado una advertencia alarmante al mundo: ya no se siente obligada a respetar las restricciones sobre el despliegue de misiles convencionales y nucleares, una decisión que podría desatar una nueva carrera armamentista. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado que Moscú tomará “las medidas pertinentes” si es necesario, en un contexto de creciente tensión con Occidente. Esta declaración coincide con las amenazas de Donald Trump, quien ha prometido imponer aranceles a India por su comercio con Rusia, intensificando aún más las fricciones entre las potencias globales.
En medio de esta situación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado una reunión de emergencia del gabinete de seguridad, buscando una ocupación total de Gaza, mientras que Trump presiona por un acuerdo de “todo o nada” para poner fin a la guerra en la región. La situación es crítica: el enviado estadounidense para Oriente Medio ha dejado claro que no habrá treguas parciales, lo que podría llevar a un conflicto aún más devastador.
Además, un sismo de magnitud 5,6 ha sacudido el sureste de Irán, sumando más tensión a un día ya marcado por la incertidumbre y la inestabilidad. Las amenazas de misiles hipersónicos contra Israel por parte de grupos armados en Gaza han elevado la alerta en la región, mientras que Rusia y Estados Unidos se enfrentan en un juego geopolítico peligroso que podría tener consecuencias catastróficas.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas dinámicas se desarrollan, temiendo que el fin de la moratoria sobre misiles por parte de Rusia pueda llevar a un conflicto armado de proporciones globales. La situación es crítica y la urgencia de una respuesta diplomática nunca ha sido tan apremiante. Estaremos atentos a los próximos movimientos en este escenario en constante evolución.