Un grupo de exploradores urbanos ha hecho un descubrimiento impactante en un pabellón abandonado de 107 años en Buenos Aires, conocido como el Pabellón del Centenario. Este lugar, construido en 1910 para conmemorar el centenario de la Revolución de Mayo, ha permanecido oculto a la vista del público, ubicado detrás de un supermercado en Palermo, y su acceso es ilegal y peligroso.
La expedición, liderada por el conocido explorador Víctor Max Méndez, se tornó dramática cuando uno de sus compañeros, Fernando, sufrió una grave lesión en el bosque, lo que provocó su muerte. A pesar de este trágico suceso, el grupo decidió continuar con su misión de documentar el interior del pabellón, que hasta ahora carecía de registros visuales.
Los exploradores enfrentaron numerosos obstáculos, desde la vigilancia del supermercado hasta terrenos peligrosos llenos de escombros y basura. A pesar de los riesgos, lograron entrar por una ventana trasera y se encontraron con un lugar devastado, lleno de peligros y sorpresas inquietantes, incluyendo un gato momificado y grafitis perturbadores en las paredes.
“Este es el lugar más peligroso en el que hemos estado”, confesó Víctor mientras recorrían las ruinas. La atmósfera era tensa y cargada de misterio, con el eco de sus pasos resonando en el interior desolado. Las condiciones eran precarias, y la posibilidad de un colapso era real. Cada rincón del pabellón revelaba la decadencia de una época pasada, un recordatorio sombrío de la historia que una vez albergó.
Los exploradores han hecho un llamado a la comunidad para que no intenten replicar su aventura, advirtiendo sobre los peligros inherentes a este tipo de exploraciones. La historia del Pabellón del Centenario sigue viva, pero su futuro es incierto, y los ecos de su pasado resuenan en cada rincón de su estructura en ruinas.