¡ESCÁNDALO EN LA POLÍTICA INTERNACIONAL! Los congresistas estadounidenses han lanzado un contundente mensaje al presidente colombiano Gustavo Petro, acusándolo de encubrir el autoritarismo en América Latina. En medio de un creciente conflicto diplomático, Petro defiende los derechos humanos mientras sus opositores lo comparan con líderes autoritarios como Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel. La controversia desató cuando el Departamento del Tesoro de EE. UU. impuso sanciones al juez brasileño Alexandre de Moraes, conocido por sus polémicas decisiones que incluyen detenciones arbitrarias.
Petro no se quedó callado y exigió una demanda contra Washington, alegando que estas sanciones violan la Convención Americana sobre Derechos Humanos. “¿Acaso el gobierno norteamericano pretende desconocer este acuerdo de manera unilateral?”, cuestionó enérgicamente en redes sociales. Sin embargo, figuras como la congresista María Elvira Salazar no tardaron en responder, acusándolo de ser cómplice de quienes atacan las libertades fundamentales. “Petro normaliza los excesos de Moraes y se convierte en cómplice de quienes vulneran los derechos humanos”, sentenció Salazar.
El debate se intensifica mientras otros políticos colombianos, como Juan Camilo Restrepo, critican la injerencia estadounidense, argumentando que erosiona la soberanía de Colombia. “Es inaceptable que EE. UU. actúe como una Corte de Casación Internacional”, afirmó Restrepo.
La situación se complica aún más, ya que el caso de Moraes ha dividido a Brasil y ha generado reacciones en toda América Latina. La postura de Petro podría tener repercusiones en organismos multilaterales como la OEA, donde se discuten temas de derechos humanos y soberanía. La polarización en torno a líderes progresistas como Petro y Lula refleja un enfrentamiento que podría escalar en los próximos meses. La pregunta persiste: ¿Son las sanciones de EE. UU. una forma legítima de presión o una intromisión inaceptable? La respuesta podría cambiar el rumbo de la política latinoamericana.