¡ESCÁNDALO! LUIS CARLOS REYES PRESENTA GRAVES PRUEBAS QUE PODRÍAN HACER CAER A ARMANDO BENEDETTI.

¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! Luis Carlos Reyes, exdirector de la Dian, ha destapado una red de tráfico de influencias que podría hundir a figuras clave del gobierno de Gustavo Petro, incluyendo a Armando Benedetti y Alfredo Saade. En un giro impactante de los acontecimientos, se han revelado conversaciones secretas que muestran la presión constante y las maniobras ilegales para controlar la entidad más crucial del fisco nacional.

Las pruebas, que ya están en manos de la Corte Suprema de Justicia, incluyen miles de mensajes de WhatsApp que detallan cómo altos funcionarios, como el senador Efraín Cepeda y el magistrado Vladimir Fernández, intentaron manipular nombramientos y decisiones dentro de la Dian. Este escándalo no solo pone en entredicho la credibilidad del gobierno, sino que también revela un sistema profundamente arraigado de corrupción que podría cambiar el rumbo de Colombia.

Desde el primer día del gobierno de Petro, Reyes recibió múltiples solicitudes urgentes para nombrar a candidatos recomendados por estos poderosos. Benedetti, en particular, no escatimó en exigir la destitución de funcionarios que no se alineaban con sus intereses, utilizando un tono que rayaba en la intimidación. Las evidencias son contundentes y demuestran que la presión ejercida sobre Reyes fue sistemática y coordinada.

El magistrado Fernández, por su parte, se ve implicado en la trama, cuestionando la independencia del poder judicial en Colombia. Las implicaciones de estas revelaciones son devastadoras: 65 congresistas y excongresistas están bajo investigación, lo que pone en tela de juicio la integridad del sistema político nacional.

Con la magistrada Cristina Lombana al frente de las investigaciones, el país espera que se haga justicia. Este escándalo es un recordatorio escalofriante de cómo las élites políticas operan con impunidad, poniendo en riesgo la confianza ciudadana en las instituciones. La salud democrática de Colombia está en juego, y el tiempo apremia. ¿Qué pasará ahora? La nación está atenta.