El mundo del cine está en shock. Meryl Streep, la actriz más premiada de todos los tiempos, conocida por su elegancia, inteligencia y perfeccionismo, ha hecho una revelación que sacude los cimientos de Hollywood. A los 76 años, la leyenda ha decidido hablar —sin filtros ni diplomacia— sobre los actores con los que “fue una pesadilla trabajar”.
Durante una entrevista íntima para un libro biográfico aún inédito, Streep se quebró por primera vez ante las cámaras y nombró a seis figuras icónicas del cine, confesando que algunos la hicieron “dudar de su propio valor como mujer y artista.” Entre ellos, el primero en salir a la luz: Dustin Hoffman.
Con la voz temblorosa, recordó el rodaje de Kramer vs. Kramer (1979), donde Hoffman, en un intento de lograr una “reacción real”, la abofeteó violentamente sin previo aviso.
“No fue actuación. Fue humillación pura”, confesó Streep. “Era mi primera película importante… y me usó como si fuera parte de su ego.”
Pero el escándalo no termina ahí. Streep también mencionó a Jack Nicholson, revelando que durante el rodaje de una película en los 80, él “cruzó límites personales” en más de una ocasión. “Era encantador cuando quería, pero había días en los que su poder se sentía como una amenaza constante.”
Otro nombre que hizo temblar a la industria fue Kevin Kline. Streep contó que, tras una escena particularmente intensa, Kline improvisó un beso que no estaba en el guion, dejándola en shock frente a todo el equipo. “El público vio una escena romántica. Yo viví una invasión de mis límites.”
También apuntó contra Alec Baldwin, a quien describió como “brillante pero insoportable”. “No respetaba los tiempos, improvisaba fuera de lugar, y trataba de imponer su tono incluso cuando el director decía ‘corte’. Era como compartir escena con un huracán de ego.”
Y cuando mencionó a Gwyneth Paltrow, el ambiente se volvió aún más tenso. “No todo abuso es físico —a veces es emocional o profesional. Gwyneth no me habló durante semanas porque no acepté cambiar una escena a su favor. Eso me mostró cuán cruel puede ser el glamour.”
Sin embargo, la revelación más enigmática fue sobre un 𝓈ℯ𝓍to actor cuyo nombre Streep no quiso revelar. Solo dijo una frase que dejó helados a todos los presentes:
“Él sabe quién es… y aún sueño con lo que me hizo.”
Tras la entrevista, los estudios de Hollywood entraron en crisis. Agentes, productores y abogados comenzaron a revisar viejos contratos y grabaciones. Algunos incluso temen que Streep esté preparando un documental confesional, en el que expondrá con pruebas todo lo que calló durante más de 40 años.
Su declaración final fue un mensaje a las nuevas generaciones de actrices:
“Callé por décadas porque me enseñaron que el respeto se gana aguantando. Pero ya no. Si este es mi último acto como actriz, quiero que sirva para que ninguna mujer vuelva a sentir miedo en un set.”
🔥 Con una sola entrevista, Meryl Streep no solo cambió su legado: cambió para siempre el poder del silencio en Hollywood.