El arte, la gloria y el dolor se funden en la historia más impactante que ha vivido la tauromaquia moderna. José Antonio Morante Camacho, conocido como Morante de la Puebla, uno de los toreros más emblemáticos de España, ha puesto fin a su carrera de la forma más desgarradora imaginable: enfrentando sus demonios frente a una plaza llena, entre lágrimas y ovaciones que parecían despedir no solo a un torero… sino a un alma herida.
El 12 de octubre de 2025, en la legendaria plaza de Las Ventas, Madrid contuvo el aliento. Morante, vestido con un traje de luces blanco y oro —el mismo que usó en su primera corrida hace más de dos décadas—, ejecutó su faena más íntima, más humana, más trágica. Mientras el público lo aclamaba de pie, el maestro se detuvo, miró al cielo y con un temblor en la voz cortó su coleta, símbolo del final de una vida dedicada al arte… y a la lucha contra sí mismo.
Nadie imaginaba que detrás de su elegancia y valentía se escondía un hombre devastado por la oscuridad. En una confesión que estremeció al país, Morante reveló que durante años ha batallado con una depresión profunda, episodios de despersonalización y ataques de pánico que lo llevaron a internarse en varias clínicas, incluso sometiéndose a terapias de electroshock para poder continuar viviendo.
“A veces, la mente puede ser un toro imposible de dominar”, habría dicho a un amigo cercano horas antes de su última corrida. “He sentido que la muerte sería descanso… pero hoy quiero vivir, aunque duela.”
Los aplausos que resonaron aquella tarde no fueron solo por su arte, sino por su coraje. Algunos testigos afirman que, tras cortar la coleta, Morante cayó de rodillas, llorando desconsoladamente mientras el público gritaba su nombre, una imagen que ya ha quedado grabada en la historia del toreo.
💣 Su despedida no fue una retirada, fue una liberación. Morante no solo dejó atrás la arena, dejó atrás el silencio, convirtiéndose en una voz poderosa contra el estigma de la salud mental. Desde aquel día, miles de aficionados y figuras públicas han alzado su voz, inspirados por la valentía de un hombre que decidió enfrentarse al toro más temible: su propia mente.
