Isabel Preysler, la extraordinaria madre del reconocido cantante Enrique Iglesias, no solo es celebrada por su rol maternal sino también por su belleza atemporal. A sus 72 años, desafía sin esfuerzo el paso del tiempo y luce al menos dos décadas más joven.

Isabel se ha convertido en un símbolo del envejecimiento elegante, cautivando al público con su elegancia y su comportamiento juvenil.

Isabela se convirtió en una persona pública cuando se casó con Julio Iglesias.

Isabel Preysler , una joven filipina de 16 años llena de energía, se aventuró a viajar a Madrid para cursar sus estudios en la Universidad Mary Ward. Cuando llevaba unos tres años en  España , se cruzó en una fiesta con un encantador muchacho español: nada menos que el futbolista y aspirante a cantante que más tarde se convertiría en el famoso icono musical español, Julio Iglesias. Curiosamente, él se convirtió en su primer entrevistado cuando comenzó su andadura periodística con la revista Hola.

Tras siete meses de noviazgo, se casaron en enero de 1971 y fueron bendecidos con tres maravillosos hijos: una niña llamada Chabeli y dos varones, Julio Jr. y el galán cantante Enrique Iglesias. Aunque sus caminos se separaron en 1978, lo que llevó al divorcio, Isabel y Julio siguieron siendo amigos fieles y padres devotos de sus hijos.

Se convirtió en empresaria y comenzó a producir sus propios cosméticos.

Uno de los secretos clave de la piel radiante de Isabel Preysler no es otro que la vitamina C. Cabe destacar que Isabel Preysler tiene su propia línea de  productos cosméticos , donde el ingrediente principal de la mayoría de las cremas y lociones es la vitamina C. Esta vitamina tiene una importancia significativa para la salud en general, especialmente para el sistema inmunológico. Pero realmente destaca por sus notables beneficios para la piel.

Necesitas una mezcla de ingredientes cosméticos para lucir brillante.

Al compartir su rutina de belleza , Isabel Preysler menciona: “Desde muy joven comencé a cuidar mi piel, buscando mantener su luminosidad, hidratación y firmeza durante el mayor tiempo posible. Ver a mi madre y sus amigas dedicar tanto tiempo al autocuidado despertó en mí la curiosidad por los cosméticos y todo lo relacionado con el mundo de la belleza”.

Además de la vitamina C, los productos de Isabel Preysler incorporan una mezcla de otros ingredientes beneficiosos para la piel , como células madre de argán, resveratrol, elastina, cafeína, ácido hialurónico, glicirrinato de amonio, extracto de rusco, aloe vera y betaglucanos. Es un enfoque holístico del cuidado de la piel que refleja su compromiso con el cuidado de una piel sana y radiante.

Ella es súper activa.

En una  entrevista de 2012 , mencionó que no solo se preocupa por estar en forma; le encanta mantener un estilo de vida súper activo. ¡No hay nada que no coma! Tal vez ese sea su secreto. Isabela disfruta de todo, pero se asegura de que todo sea una cuestión de equilibrio y moderación.

Cuando se le pregunta sobre cuántas horas duerme, admite: “Me temo que no es suficiente, pero siempre que puedo, trato de dormir al menos siete horas ”.

Bono: tener dientes sanos es importante.

Los expertos destacan constantemente el poder transformador de una buena dentadura para mejorar la apariencia juvenil. Isabela sigue esta regla. ¡Mire su sonrisa! Una dentadura brillante y bien cuidada puede contribuir significativamente a una apariencia más juvenil y vibrante . Más allá de los obvios beneficios estéticos, los dientes sanos se consideran un elemento clave para desafiar el proceso de envejecimiento.

A medida que envejecemos, nuestros dientes experimentan naturalmente un cambio de uno a dos tonos, pasando del blanco al amarillo y al gris. Este cambio se produce debido a una combinación de factores, entre ellos, las manchas, el adelgazamiento del esmalte y la contracción de la pulpa dentro del diente, lo que da lugar a un aspecto más oscuro.

La buena noticia es que hoy en día existen muchos productos para blanquear los dientes, lo que hace más fácil mantener una sonrisa brillante y radiante.

Además de ser una madre devota , Isabel Preysler se erige como una figura inspiradora, desafiando las nociones convencionales del envejecimiento y mostrando la belleza que conlleva abrazar cada etapa de la vida con gracia y vitalidad.