Miguel Iglesias, el mayor de los hijos de Miranda Rijnsburger y Julio Iglesias, ha querido enseñar algunos rincones de la increíble mansión del intérprete
Apesar de que Miguel Iglesias Rijnsburger (23 años), Michael, como a él le gusta hacerse llamar en las redes sociales, quiera pasar desapercibido a veces es imposible. Con unos apellidos familiares así es bastante complicado, aunque el hijo de Julio Iglesias (79 años) y Miranda (57 años) lo consigue. No le gusta ser el centro de atención y acostumbra a no llamar la atención (incluso sus redes sociales están sin fotos). Hasta que dice su nombre completo, entonces, ya no hay duda de quién es. El joven, que vive en Miami, está pasando unos días en Marbella, en la casa familiar. Y no lo hace solo, le acompaña su nueva novia, la modelo y diseñadora Julie Stella Marzena Steen.
Miguel Iglesias, un perfil bajo que nada tiene que ver con sus hermanos
Si pensamos en los hermanos mayores de Julio Iglesias, se nos viene a la cabeza Chábeli, Julio José y Enrique, y si pensamos en los pequeños de este joven afincado en Estados Unidos, a las gemelas Victoria y Cristina o Rodrigo. Todos ellos, en algún momento de su vida en mayor o menor medida, han acaparado titulares. Bien sea por su condición de famosos desde la cuna, debido a compartir ADN con uno de los artistas más escuchados de todos los tiempos, bien sea por la profesión que desempeñan. Pero, en el caso Miguel poco se sabe de él. Y es que el hijo mayor de Miranda no ha querido seguir los pasos en la música de su padre o sus hermanos. A él le interesaba el mundo de los negocios, así que, tras formarse para ello, ha acabado trabajando para una importantísima inmobiliaria de lujo, el ambiente que mejor conoce y donde se desenvuelve como pez en el agua. Ha estudiado en colegios y centros privados de Miami y Punta Cana, donde, por motivos laborales de Julio, se tuvo que trasladar toda la familia
Miguel Iglesias, testigo en la boda de sus padres, Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger
Cuando Julio y Miranda se casaron, ya habían pasado muchos años desde que habían iniciado su relación. De hecho, sus cinco hijos ya habían nacido ¡Es más! Estos eran lo suficientemente mayores para recordar el enlace y ser parte activa y fundamental de él.
Si Miguel Iglesias nació en 1997, sus padres se dieron el ‘sí quiero’ en 2010; cuando él ya contaba con 13 años. Y lo hicieron en Marbella, esta ciudad andaluza que tanto él como sus hermanas adoran. El matrimonio se casó en una ceremonia íntima oficiada en la parroquia de la Virgen del Carmen, en pleno agosto, y aprovechando que toda la familia pasaba unos días en España. La vinculación de los Iglesias Rijnsburger con nuestro Sur es absoluta, de ahí que los periodos de vacaciones y descanso siempre escojan pasarlos en la espectacular finca que ahora Miguel disfruta junto a su novia.
Miguel Iglesias y su nueva novia, vacaciones en Marbella
Desde hace escasas semanas, Miguel Iglesias y Julie Stella Marzena Steen son pareja oficial. Él mantiene sus redes sociales privadas pero ella no duda en presumir de su romance con el hijo mayor de Mirada Rijnsburger. Los veinteañeros están pasando unos días estupendos en la Costa del Sol, más concretamente en Las cuatro lunas, la finca que Julio Iglesias compró y transformó a su gusto y necesidades familiares, de ahí las 450 hectáreas de la casa, y la enorme cantidad de habitaciones y de espacios para disfrutar en familia. El artista tiene ocho hijos y, quizás, en algún momento de su vida imaginó a todos los suyos bajo el mismo techo, cantando canciones a la guitarra y disfrutando de chapuzones en la impresionante piscina. Lamentablemente, la vida ha tenido otros planes para él y los suyos.
Julio hace años que no se deja ver por España; los rumores sobre su estado de salud han sido constantes, hasta que él, cansado, y hace solo unos meses aseguró encontrarse fenomenal y haber estado ausente porque estaba entregado a la confección de sus memorias. Poco se sabe de su relación con Chábeli, que siempre ha sido muy distante con la prensa y no ha querido saber nada del medio, después de su boda con Christian Altaba. Y, con Enrique, una vez empezó a despuntar en la música, siempre se habló de rivalidad. Con Julio José la unión parece más estrecha. Aquel ‘cumbayá’ qué él imaginó siendo cantando por toda la simiente Iglesias en la casa de Marbella quedó reducido a una utopía.