Shakira llegó en la madrugada de este jueves a Barranquilla junto a sus hijos, Milan y Sacha, en un momento que estuvo marcado por el delicado estado de salud de su padre, Don William Mebarak. La artista no pudo asistir al cálido recibimiento que sus fanáticos habían preparado en el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz debido a su preocupación por la salud de su padre, quien había estado hospitalizado.
A pesar del ambiente festivo que rodeaba su llegada, con seguidores ondeando pancartas y bailando al ritmo de sus canciones, Shakira optó por salir por la terminal antigua, evitando así a la multitud. Sin embargo, la cantante se detuvo brevemente para interactuar con algunos periodistas presentes, donde confirmó que su padre había sido dado de alta y expresó su entusiasmo por su próximo concierto en Barranquilla.
“Voy a dar todo lo que tengo, lo mejor de mí”, aseguró la intérprete, quien se prepara para presentarse en el Estadio Metropolitano los días 20 y 21 de febrero como parte de su exitosa Gira Mundial “Las mujeres ya no lloran”. La artista manifestó su alegría al estar de regreso en su tierra natal, donde sus seguidores la esperan con ansias.
Este regreso a Barranquilla no solo representa un momento personal para Shakira, sino también un hito significativo en su carrera, ya que marcará su retorno a los escenarios colombianos tras un largo tiempo. La ciudad se está preparando para recibirla con los brazos abiertos, ansiosa por participar en dos noches que prometen ser inolvidables.
A medida que se acerca la fecha de los conciertos, los fanáticos de Shakira están llenos de emoción y expectativa, listos para disfrutar de un espectáculo que celebrará no solo la música de la artista, sino también su conexión con sus raíces.