Viridiana Alatriste, la prometedora actriz mexicana y hija de la icónica Silvia Pinal, falleció trágicamente hace 42 años a la edad de 19 años. Su muerte, que ocurrió en un accidente automovilístico el 25 de octubre de 1982, dejó una profunda huella en quienes la conocieron y la amaron. Recientemente, su entonces novio, Jaime Garza, rompió su silencio sobre esa noche fatídica, ofreciendo una perspectiva conmovedora sobre su relación y el dolor de su pérdida.
Viridiana, nacida el 17 de enero de 1963, era considerada una estrella en ascenso. Desde pequeña, mostró una inclinación por la actuación, siguiendo los pasos de su madre. Su carrera despegó cuando participó en la telenovela “Honrarás a los tuyos” y posteriormente en “Cachún Cachún Ra Ra”, donde conoció a Jaime. A pesar de su corta vida, la joven deslumbró con su talento y belleza, convirtiéndose en una figura admirada en el mundo del espectáculo.
El día de su muerte, Viridiana había asistido a una fiesta en un complejo de apartamentos donde se encontraba Jaime. Aunque había planeado regresar temprano a casa, decidió dejar la reunión, lo que marcaría el inicio de su trágico destino. Jaime, quien presenció el doloroso desenlace, afirmó que ella no había estado bajo la influencia de ninguna sustancia y que su decisión de abandonar la fiesta fue inesperada.
La noticia del accidente devastó a su familia y amigos. Su madre, Silvia Pinal, permaneció en luto, enfrentando críticas por su apariencia en el funeral. La tragedia dejó un vacío en el corazón de quienes conocieron a Viridiana, y su legado sigue vivo en la memoria colectiva.
Jaime Garza, a lo largo de los años, ha mantenido viva la memoria de Viridiana. En una emotiva entrevista, expresó su amor por ella y su deseo de recordar los momentos felices que compartieron. La historia de Viridiana Alatriste, marcada por el talento y la tragedia, continúa resonando en el tiempo, recordándonos la fragilidad de la vida y el impacto que una joven estrella puede tener en el mundo.