La música dominicana está de luto tras la trágica muerte de Rubby Pérez, el icónico merenguero que falleció a los 69 años en un accidente en la discoteca Jensen de Santo Domingo. Este devastador suceso, ocurrido el 8 de abril, ha dejado un profundo dolor no solo en sus fans, sino también en aquellos que conocían al artista de cerca.
En una conmovedora entrevista, su hija Zulinka Pérez reveló que Rubby estaba profundamente enamorado de una mujer llamada Lady, quien reside en Houston, Texas. La conexión entre ellos era tan intensa que el cantante había reorganizado su agenda para reunirse con ella después de su presentación. Sin embargo, el destino tuvo otros planes fatales.
Lady, identificada por algunos medios como Lady Altagracia Rosario, cónsul general de la República Dominicana en Houston, asistió al funeral visiblemente afectada, dejando entrever la magnitud de su dolor. A pesar de que no hay confirmaciones oficiales sobre la relación, imágenes en redes sociales han alimentado la especulación, mostrando a Rubby junto a Rosario en eventos recientes.
La muerte de Rubby Pérez no solo marca el final de una era en la música merenguera, sino que también saca a la luz una relación personal que el artista mantuvo en la privacidad. Este giro emocional añade una capa de tragedia al suceso, dejando a sus seguidores y seres queridos con más preguntas que respuestas sobre el verdadero significado de su vida y amor.
El impacto de esta pérdida se siente intensamente en la comunidad artística, donde Rubby dejó una huella imborrable. La combinación de su legado musical y el dolor de su partida prematura nos recuerda lo efímera que puede ser la vida y lo importantes que son las conexiones humanas. La historia de Rubby y Lady es un recordatorio inquietante de que el amor puede florecer incluso en los momentos más oscuros.