**GROSSE SPANNUNG bei FERRARI nach VERWARNUNG für HAMILTON wegen FUNKAUSBRUCH im RENNEN!**
Tensión máxima en Ferrari tras un explosivo intercambio de palabras de Lewis Hamilton durante el Gran Premio de Miami. El siete veces campeón del mundo no se contuvo y arremetió contra la escudería italiana, quien le prohibió adelantar a su compañero Charles Leclerc. La comunicación fallida, captada por los micrófonos, reveló un Hamilton frustrado y sarcástico, reflejando un problema interno mucho más profundo que una simple estrategia de carrera.
Ralf Schumacher no tardó en criticar la falta de profesionalismo de Ferrari, subrayando que a este nivel, tales errores son inaceptables. Las palabras de Hamilton no solo denunciaron un mal manejo estratégico, sino que también dejaron al descubierto las grietas en la relación entre pilotos y equipo. “Estamos luchando contra Williams, no contra Red Bull”, afirmó Hamilton, y su descontento es palpable en cada palabra.
La situación es crítica: Ferrari no solo es lento, sino que también enfrenta una crisis de confianza. Leclerc, visiblemente desalentado, admitió que ni siquiera con una vuelta perfecta logran salir del octavo lugar. El SF25, que prometía revolucionar la temporada 2025, se está convirtiendo en un auténtico rompecabezas técnico, y la presión aumenta a medida que se acercan las carreras de Imola y Barcelona.
Mientras tanto, el equipo de Maranello se encuentra atrapado en una espiral de decisiones erróneas y problemas de comunicación. La desesperación de Hamilton, pidiendo una “teepause” en medio de una discusión táctica, es un grito de auxilio que resuena en toda la comunidad de la Fórmula 1. Si Ferrari no reacciona pronto, podría perder no solo otra temporada, sino también a un campeón que no tolerará la falta de progreso.
Con Red Bull y McLaren a la cabeza, el tiempo se agota para Ferrari. La pregunta que queda es: ¿puede esta escudería recuperar su rumbo antes de que sea demasiado tarde, o estamos ante el inicio de una separación irreversible entre Hamilton y Ferrari? Las respuestas son urgentes, y la presión está a su punto más alto.