En un giro inesperado en la competencia, Sergio Verón ha anunciado un cambio drástico en el tratamiento de las Fortineras que dejará a todos al borde de sus asientos. Durante la última emisión de “Cuestión de Peso”, la tensión se palpó en el aire cuando Verón reveló que las participantes deben ajustarse a un peso de mantenimiento para continuar en el programa.
La situación es crítica: Yael, una de las Fortineras, se enfrenta a la balanza con la presión de no superar los 99.300 kg, un peso que determinará su permanencia en la competencia. La incertidumbre fue palpable mientras los compañeros esperaban ansiosos los resultados. “La fe a veces no alcanza”, decía Yael, consciente de que su futuro en el programa pende de un hilo.
Ailin y Verónica, otras dos concursantes, han alcanzado un peso de mantenimiento, pero no sin desafíos. Con antecedentes de 118 kg y 108 kg respectivamente, ahora deben lidiar con la presión de no exceder los 500 gramos en su peso actual. Verón dejó claro que su papel ahora es mantener su peso, mientras que otra compañera que no asistió sigue en la lucha por bajar.
El clima en el estudio es electrizante: los participantes saben que cada kilogramo cuenta y la tensión podría desbordarse en cualquier momento. Verón ha enfatizado que la próxima semana decidirá quiénes se quedan y quiénes se van, lo que asegura que la competencia seguirá siendo feroz.
Con las Fortineras bajo la mirada atenta de sus compañeros y del público, el desenlace de esta historia se acerca rápidamente, y todos esperan con ansias la próxima balanza que podría cambiarlo todo. ¡Los nervios están a flor de piel y el futuro de las Fortineras es incierto!