La vida y muerte de Selena Quintanilla, la reina de la música tejana, sigue siendo un tema de reflexión y análisis más de dos décadas después de su trágico asesinato. Nacida el 16 de abril de 1971 en Lake Jackson, Texas, Selena emergió como un ícono de la música latina en la década de 1990, fusionando el estilo tejano con ritmos contemporáneos que capturaron la atención de audiencias en Estados Unidos y más allá. Sin embargo, su carrera fue abruptamente interrumpida el 31 de marzo de 1995, cuando fue asesinada a los 23 años por Yolanda Saldívar, quien era presidenta de su club de fans y manejadora.
El asesinato de Selena no solo impactó a su familia y seguidores, sino que resonó en la comunidad hispana a nivel nacional. Las circunstancias que rodearon su muerte, un conflicto financiero relacionado con la gestión de su carrera, reflejan las tensiones que pueden surgir en el mundo del entretenimiento. Su asesinato fue noticia de primera plana y generó comparaciones con pérdidas trágicas como las de John Lennon y Elvis Presley. Las estaciones de radio en Texas comenzaron a transmitir su música de manera continua, y se llevaron a cabo vigilias en su honor, evidenciando el profundo dolor y la congoja que su muerte provocó.
El legado de Selena es indiscutible. Su música sigue viva, con álbumes póstumos y adaptaciones cinematográficas que han contribuido a cimentar su estatus como una de las artistas latinas más influyentes de todos los tiempos. En 2020, la revista Billboard la posicionó en el tercer lugar de los mejores artistas latinos de la historia, reafirmando su impacto duradero. Además, su historia ha sido reimaginada por nuevas generaciones a través de documentales y series, como la que lanzó Netflix, que mantuvieron su memoria viva entre los jóvenes.
Selena no solo fue un ícono musical; su estilo y presencia en el escenario transformaron la percepción de la música tejana y la cultura latina en general. Su trágica muerte sigue siendo un recordatorio de los desafíos que enfrentan los artistas, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y fans. En la historia de la música latina, Selena Quintanilla es y siempre será una figura central, un símbolo de talento, resistencia y pasión.