**HARFUCH REVELA LA VERDAD TRAS EL ASESINATO DE XIMENA Y JOSÉ: UN TERCER VEHÍCULO DESATA LA ALARMA EN LA CAPITAL**

La Ciudad de México está en shock tras el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, dos funcionarios clave, en un ataque que se perfila como un acto de violencia institucional. Este martes, 21 de mayo, en la colonia Moderna, dos disparos resonaron a las 7:13 a.m., rompiendo el silencio de la mañana y desatando el caos en plena vía pública. La ejecución, fría y calculada, fue ejecutada con una técnica que revela un entrenamiento militar. Pero lo más inquietante ha llegado con la revelación de un tercer vehículo involucrado en el crimen.

Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Federal, ha confirmado que un sedán gris estuvo presente en la escena, abandonando el lugar segundos después del ataque. Este hallazgo sugiere que el asesinato fue parte de una operación más amplia, con posibles cómplices y una logística que va más allá de un simple sicario. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿quién estaba detrás del volante?

Las víctimas, con información sensible sobre corrupción y narcotráfico, no fueron elegidas al azar. Según fuentes, su muerte podría ser una represalia por sus investigaciones sobre desarrollos inmobiliarios irregulares. La respuesta del Estado fue inmediata, activando un código rojo y desplegando unidades tácticas en la zona.

Mientras la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, condenaba el crimen, la atmósfera se tornaba tensa entre los funcionarios, que ya temen ser los próximos en la lista. La presión aumenta y el silencio institucional se hace ensordecedor. La búsqueda de justicia se convierte en un clamor colectivo, con ciudadanos exigiendo respuestas tras la revelación de que este no fue un ataque ordinario, sino un mensaje claro en un contexto de guerra institucional.

A medida que la investigación avanza, las preocupaciones sobre la infiltración del crimen organizado en el gobierno crecen. Los ciudadanos y funcionarios honestos sienten la amenaza latente en cada rincón de la capital. La verdad comienza a emerger, pero las sombras que rodean a este caso son profundas. ¿Estamos ante un enemigo que no solo dispara, sino que también se sienta en las oficinas del poder? La respuesta a esta pregunta podría cambiar el rumbo de la Ciudad de México.