**Claves del día: Trump mira ahora a Putin, el nuevo de la FED se acerca y el dólar se hunde aún más**
En un giro inesperado de los acontecimientos, el mercado global se encuentra en un estado de alerta tras la posibilidad de un cambio en la presidencia de la Reserva Federal de Estados Unidos. Donald Trump, quien podría nombrar a su sucesor para el cargo en septiembre, está generando inquietud entre los inversores. La figura de Jerome Powell, actual presidente de la FED, se ve cada vez más cuestionada, lo que provoca un debilitamiento del dólar. En este contexto, el euro se fortalece, alcanzando niveles que podrían marcar un cambio significativo en las relaciones monetarias internacionales.
La presión sobre Powell aumenta, y se anticipan decisiones cruciales en los próximos meses, especialmente en relación con las tasas de interés. Los analistas sugieren que un cambio en la política monetaria podría llevar a una caída en el valor de los bonos, complicando aún más la refinanciación de la deuda estadounidense, que se estima en 7 trillones de dólares para el próximo año. La incertidumbre en torno a la carga de la deuda y la inflación ha llevado a los inversores a retirar fondos de bonos a largo plazo, marcando una tendencia que no se veía desde la pandemia de 2020.
Por otro lado, la cumbre de la OTAN ha dejado a España en una posición delicada. El presidente Pedro Sánchez se ha visto atrapado en la controversia tras sus comentarios sobre el gasto en defensa, lo que podría acarrear consecuencias económicas severas para el país. Trump ha dejado claro que espera que España cumpla con el objetivo del 5% del PIB en defensa, lo que podría resultar en aranceles comerciales severos si no se acatan.
Mientras tanto, Trump ha cambiado su enfoque hacia Putin, sugiriendo que está dispuesto a mediar en el conflicto de Ucrania. Este cambio de tono podría tener repercusiones significativas en la política internacional, especialmente en un momento en que las tensiones globales son altas. La relación entre Estados Unidos y sus aliados europeos se enfrenta a un examen crítico, y la presión sobre los líderes europeos para aumentar el gasto en defensa se intensifica.
La situación es volátil y se desarrollará en las próximas semanas, con implicaciones que podrían reconfigurar el panorama económico y político mundial.