**Irán ha causado un destrozo histórico a Israel con sus misiles hipersónicos**

En un giro dramático de los acontecimientos, Irán ha infligido un daño sin precedentes a Israel mediante el uso de misiles hipersónicos, lo que ha llevado a una escalada de tensiones en la región. La reciente confrontación, que ha durado apenas 12 días, ha puesto de manifiesto la fragilidad de las treguas en conflictos de esta naturaleza, donde las promesas de alto el fuego son a menudo efímeras y se ven comprometidas por la reconfiguración de fuerzas en el terreno.

A pesar de los esfuerzos de Israel por neutralizar lo que considera una “amenaza existencial”, los ataques iraníes han demostrado ser devastadores. La capacidad de Irán para lanzar misiles que han alcanzado objetivos en territorio israelí ha dejado al país en una posición vulnerable, lo que ha generado un clima de incertidumbre. Donald Trump, en sus declaraciones, ha insinuado que el conflicto podría reanudarse en cualquier momento, lo que añade una capa de tensión a la ya volátil situación.

Los expertos coinciden en que tanto Irán como Israel han sufrido significativos reveses. Irán, aunque ha logrado causar daño, ha visto comprometida su capacidad de disuasión y su programa nuclear, mientras que Israel ha tenido que lidiar con el impacto psicológico y físico de los ataques, algo que nunca antes había experimentado en esta magnitud. La escasez de armas en Israel ha llevado a la intervención de Estados Unidos, que se ha visto obligado a reevaluar su papel en la región.

El análisis sugiere que la narrativa de victoria por parte de ambos lados es más un intento de controlar los daños que una representación precisa de la realidad. La situación sigue siendo precaria, con un alto el fuego que parece más un respiro que una solución duradera. La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas dinámicas podrían reconfigurar el equilibrio de poder en el Medio Oriente, mientras las promesas de paz se desvanecen ante la inminente amenaza de nuevos enfrentamientos.