¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! El abogado Abelardo de la Espriella ha encendido el debate político al lanzar acusaciones explosivas contra el presidente Gustavo Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti. En una declaración contundente, de la Espriella no se guardó nada, calificando a ambos funcionarios de “drogadictos degenerados” y acusándolos de manipular la democracia colombiana para aferrarse al poder. Esta controversia surge tras la difusión de una carta del excanciller Álvaro Leiva, quien expresó su preocupación por el consumo de drogas de Petro, reavivando rumores sobre su pasado.
Las palabras de de la Espriella resuenan con fuerza en un país que ya atraviesa turbulencias políticas. En su mensaje, el abogado denuncia un presunto plan sistemático del gobierno para desmantelar las bases democráticas de Colombia, utilizando reformas cuestionables y manipulando la opinión pública a través de un aparato mediático cooptado. Según él, estas acciones, financiadas con recursos públicos, amenazan la libertad y el orden institucional.
El abogado hace un llamado a la ciudadanía a despertar de un “letargo cívico” y resistir lo que él considera un avance hacia un régimen autoritario disfrazado de progresismo. Su mensaje, impregnado de un fuerte sentido patriótico, apela a la valentía y la resistencia de los colombianos frente a lo que percibe como un atropello a los valores democráticos.
De la Espriella ha dejado claro que este no es un ataque aislado, sino un grito de alarma sobre un gobierno que, según él, está cruzando límites peligrosos. La indignación en redes sociales y medios de comunicación no ha hecho más que crecer, evidenciando un clima de polarización y desconfianza que podría tener repercusiones significativas en el futuro político de Colombia. La pregunta que queda en el aire es: ¿podrá la democracia resistir este embate?