El rey Felipe VI ha desatado una tormenta en la familia real española al regalar a su hermana, la infanta Cristina, una tiara histórica en el marco de su cumpleaños número 60. Este gesto, que se presenta como un símbolo de apoyo hacia Cristina, ha dejado a muchos preguntándose si se trata de una clara señal de distanciamiento con su esposa, doña Letizia, en medio de crecientes rumores sobre una crisis matrimonial.
La tiara, que perteneció a la reina Sofía y que se pensaba destinada a doña Letizia, ahora se convierte en un regalo cargado de significado y controversia. Mientras la infanta ha mantenido siempre un perfil bajo, alejada de los escándalos que han marcado a su familia, este obsequio podría interpretarse como un movimiento estratégico del rey Felipe para reafirmar la unión con su hermana, en un momento en que las tensiones familiares son palpables.
El cumpleaños de Cristina, celebrado en un ambiente íntimo en La Zarzuela, contrastó con la opulencia que suele acompañar a la realeza. A pesar de su vida alejada de los reflectores, la infanta ha sido un pilar de fuerza, especialmente tras la separación de su esposo, Iñaki Urdangarin. Este acto del rey no solo resalta su apoyo hacia ella, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro de su relación con doña Letizia.
Los ecos de este gesto resuenan más allá de las paredes del palacio, sugiriendo que la familia Borbón está en un momento decisivo. La tiara, lejos de ser un simple regalo, se convierte en un símbolo de poder y lealtad familiar. ¿Es este un indicio de que la infanta Cristina está lista para salir de las sombras? La presión sobre la familia real se intensifica, y el mundo observa con atención cada movimiento en esta saga de intrigas familiares que podría redefinir el futuro de la monarquía española.