Max Verstappen ha dejado al mundo del automovilismo sin aliento tras su espectacular victoria en el Gran Premio de Brasil, donde comenzó desde la 17ª posición. En una carrera marcada por condiciones climáticas desafiantes y una estrategia arriesgada, el piloto neerlandés demostró una vez más su maestría al cruzar la meta en primer lugar, consolidando su ventaja en el campeonato de pilotos. Con esta victoria, Verstappen se acerca a su cuarto título consecutivo, liderando ahora a Lando Norris por 62 puntos, con solo 86 en juego en las tres carreras restantes de la temporada.
Verstappen, visiblemente emocionado, calificó esta carrera como una de sus mejores actuaciones. “Nunca pensé que podría ganar hoy. Tenía la sensación de que podía avanzar”, comentó. Sin embargo, la victoria no estuvo exenta de controversia. La carrera se interrumpió con una bandera roja que permitió a Verstappen cambiar a neumáticos frescos sin penalización, un hecho que generó críticas entre otros pilotos, incluidos Norris y su compañero de equipo, Lando. Norris, quien terminó en la 𝓈ℯ𝓍ta posición, expresó su frustración por el momento de la bandera roja, que interrumpió su estrategia justo después de haber hecho su parada en boxes. “Eso fue suerte para ellos, nada más”, afirmó, subrayando la controversia que rodea las decisiones de los comisarios.
A medida que la Fórmula 1 se dirige a Las Vegas en tres semanas, la presión aumenta. Verstappen se posiciona como el gran favorito para el título, mientras que Norris y el resto de la parrilla luchan por mantenerse al día. La carrera en Brasil ha sido un claro recordatorio de que, en este deporte, todo puede cambiar en un instante, y los pilotos deben estar listos para cualquier eventualidad.