La tragedia ha golpeado al mundo del merengue dominicano. Rubby Pérez, el icónico “caballero del merengue”, ha fallecido tras un devastador colapso en la discoteca Jetset de Santo Domingo, donde se encontraba en plena actuación. La noche del 8 de abril de 2025, el ambiente festivo se tornó en caos cuando, a las 11:42 p.m., una sección del techo se desplomó, arrastrando consigo un pesado sistema de iluminación y dejando a más de 300 personas atrapadas en medio del polvo y los escombros.
Los primeros informes indican que el colapso fue precedido por ruidos extraños, pero nadie pudo prever la tragedia inminente. Rubby, en un acto de profesionalismo, intentó continuar su actuación, pero solo siete segundos después, la estructura cedió. Testigos describen la escena como “una pesadilla en cámara lenta”, con gritos de desesperación y una lucha por encontrar salidas en la oscuridad.
Los equipos de rescate llegaron al lugar tras 12 minutos de angustia, enfrentándose a una escena devastadora. Rubby fue encontrado atrapado bajo los escombros y, aunque logró ser trasladado al hospital, su estado era crítico. A las 4:22 a.m., fue declarado muerto, dejando un profundo vacío en la música latina.
La conmoción ha sido inmediata, con el presidente de la República Dominicana declarando tres días de duelo nacional. Las investigaciones sobre las causas del colapso han comenzado, revelando irregularidades en la remodelación del local, lo que ha llevado a protestas ciudadanas exigiendo justicia y responsabilidad. Este trágico suceso no solo marca el fin de una era musical, sino que también plantea serias preguntas sobre la seguridad en espacios públicos. La pérdida de Rubby Pérez es un golpe irreparable para la cultura dominicana y un recordatorio de la fragilidad de la vida.