Wanda Nara ha logrado un golpe devastador contra Mauro Icardi, quien ahora se enfrenta a un embargo por más de 130,000 dólares en concepto de deuda alimentaria. La decisión judicial, que afecta directamente a las hijas de la expareja, ha desatado una tormenta mediática y legal que podría cambiar el rumbo de la vida del futbolista. La justicia ha determinado que Icardi debe pagar una cuota alimentaria de 10,000 dólares mensuales, con una penalidad de 500 dólares por cada día de retraso en el pago.
Las abogadas de Icardi han respondido con contundencia, argumentando que Wanda no solo se ha apropiado de sumas millonarias, sino que también ha violado las restricciones impuestas por el juez al hacer publicaciones en redes sociales sobre el caso. Esta situación ha encendido aún más la tensión entre ambos, con acusaciones mutuas que incluyen la manipulación del vínculo entre Icardi y sus hijas.
Mientras Icardi navega por estas aguas turbulentas, la presión aumenta. Wanda, quien ha estado viajando frecuentemente fuera del país, pasó solo seis días con sus hijas en el último mes, lo que podría jugar en su contra en futuras disputas de tenencia. El futbolista se encuentra en una encrucijada: su carrera podría verse afectada si no logra resolver esta situación rápidamente.
La batalla legal entre Icardi y Nara no solo es un espectáculo mediático, sino un drama personal que involucra el bienestar de sus hijas. Con cada movimiento, ambos parecen estar jugando un peligroso juego de ajedrez, donde las piezas son sus vidas y el futuro de sus hijos. La audiencia judicial está programada para pronto, y el desenlace de este conflicto podría tener repercusiones significativas para ambos. La pregunta ahora es: ¿cómo responderá Icardi a este embate y podrá recuperar el control de su vida?