**A sus 81 años, Diana Ross finalmente cuenta la verdad sobre Michael Jackson**

En un giro sorprendente que ha capturado la atención del mundo, Diana Ross, a sus 81 años, revela la profunda conexión que compartió con Michael Jackson, un vínculo que ha sido objeto de especulaciones durante décadas. En una reciente entrevista, Ross desvela la complejidad de su relación, que va más allá de una simple amistad, sugiriendo que podría haber sido un amor oculto a plena vista.

La historia comienza en los años 60, cuando un joven Michael, con solo 10 años, se encontró paralizado ante la presencia de Ross en una audición. Desde ese momento, su vida cambió para siempre. Diana se convirtió en su mentora y figura maternal, brindándole estabilidad en un mundo de fama y presión. Las palabras de aliento de Ross fueron un salvavidas para el pequeño artista, quien posteriormente confesaría haber aprendido a cantar con el alma observando cada movimiento de ella.

La relación se intensificó a lo largo de los años, con Michael declarando en entrevistas su amor por Diana, insinuando que ella era más que una hermana para él. En momentos de vulnerabilidad, como su boda en 1985, Michael no pudo evitar sentirse herido y celoso, evidenciando la profundidad de sus sentimientos. A pesar de las tormentas y los rumores, Diana siempre fue su refugio, un lazo que sobrevivió incluso a las críticas y controversias que rodearon a Jackson.

Ahora, en un momento de reflexión, Diana comparte que su amor por Michael siempre fue inquebrantable. Su elección de nombrarla como tutora de sus hijos tras su muerte en 2009 subraya la confianza que él depositó en ella. La revelación de Ross llega en un momento en que el legado de Michael se enfrenta a nuevas controversias, reafirmando su lealtad y amor hacia el rey del pop.

A medida que Diana continúa su legado musical, su conexión con Michael resuena más que nunca. La pregunta persiste: ¿fue Diana realmente el gran amor de Michael? Su historia, tejida con amor y lealtad, sigue cautivando al mundo, recordándonos que algunas conexiones son eternas, independientemente del tiempo y la distancia.