¡El Harry se derrumba en la corte después de que la bomba de ADN de Archie sorprendiera al mundo!
En un giro impactante que ha dejado al mundo boquiabierto, el análisis de ADN ha confirmado la trágica verdad sobre la familia Romanov, poniendo fin a décadas de especulaciones y mitos. En un momento de tensión en la corte, Harry, el duque de Sus𝓈ℯ𝓍, se colapsó al escuchar la devastadora noticia que ha sacudido a la realeza y a la historia.
El ADN ha revelado que no hubo milagros ni escapatorias heroicas; la familia real rusa fue aniquilada en la oscuridad de la noche del 17 de julio de 1918. Nicolás II, su esposa Alejandra, y sus cinco hijos, junto con sus leales sirvientes, fueron asesinados en un sótano helado en Ekaterimburgo, marcando el final de una dinastía que había gobernado durante más de 300 años. La ciencia ha despojado de su misticismo la leyenda de los Romanov, confirmando que no hay sobrevivientes entre sus descendientes.
La revelación ha desencadenado un torrente de emociones y reflexiones sobre el poder, el sufrimiento y la memoria. La historia, que había sido alimentada por rumores de supervivencia y figuras como Ana Anderson, se ha visto despojada de su romanticismo. El análisis de ADN, que ha sido la clave para identificar los restos de los Romanov, ha demostrado que no hay esperanza de un retorno de la familia real.
Mientras el mundo observa, la noticia ha provocado una oleada de reacciones. Harry, quien ha sido un defensor de la verdad y la justicia, se ha encontrado abrumado por la carga emocional de esta revelación. La ciencia ha cerrado un capítulo oscuro de la historia, pero la tristeza persiste. La historia de los Romanov, una mezcla de tragedia y mito, finalmente ha sido revelada, dejando un eco de pérdida en el corazón de la memoria colectiva.
