¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! En un sorprendente giro de los acontecimientos, el presidente Gustavo Petro ha sido acusado de acoso 𝓈ℯ𝓍ual durante un evento oficial en el Cauca. Mientras se dirigía a su equipo, hizo un comentario inapropiado sobre la apariencia de Gloria Miranda, una funcionaria clave, y la tocó sin su consentimiento. Las cámaras capturaron la incomodidad de Miranda, quien, visiblemente afectada, desvió la mirada y se mantuvo rígida en su postura.
La congresista Jennifer Pedraza no tardó en reaccionar, calificando el incidente como un claro acto de acoso. En un contundente mensaje en redes sociales, Pedraza denunció que el comportamiento del presidente no es solo un desliz, sino un reflejo de patrones de machismo en la política colombiana. “Esto es inadmisible para nosotras las feministas”, afirmó, destacando la grave dinámica de poder que se evidencia en este tipo de situaciones.
El hecho, que ha dividido a la opinión pública, no solo ha encendido un debate sobre el machismo en la política, sino que también ha puesto en tela de juicio la conducta del presidente. En lugar de disculparse, Petro compartió el video del incidente en sus redes, lo que muchos interpretaron como una falta de sensibilidad ante la gravedad de sus acciones.
La controversia ha estallado en redes sociales, donde grupos feministas y opositores al gobierno han alzado la voz contra el mandatario. Mientras algunos defienden al presidente argumentando que fue un malentendido, otros exigen una reflexión profunda sobre el acoso y el respeto en el ámbito laboral.
Este escándalo no solo ha puesto a Gustavo Petro en el centro de la crítica, sino que también ha abierto un debate urgente sobre el respeto hacia las mujeres en posiciones de poder. La situación es un recordatorio escalofriante de que el cambio en la política no solo se decreta, sino que debe vivirse en cada interacción. La presión está sobre el presidente y su administración para abordar este tema con la seriedad que merece. ¡La sociedad colombiana exige respuestas!
