A los 66 años, un exchofer personal finalmente rompe el silencio sobre Donald Trump.

Un ex chofer personal de Donald Trump, Noel Cintrón, ha decidido romper su silencio tras más de 25 años de lealtad y silencio absoluto, y lo hace demandando a su antiguo jefe por miles de horas extraordinarias no pagadas. A sus 66 años, Cintrón presenta una demanda de 47 páginas que podría desmantelar la imagen pública de Trump y revelar un oscuro panorama sobre las condiciones laborales en su imperio.

Durante más de dos décadas, Cintrón fue un testigo silencioso de la vida privada de Trump, observando negociaciones secretas y momentos íntimos que jamás llegaron a la prensa. Su experiencia como chófer no solo implicaba conducir; era un observador de la soledad y la presión que rodeaban a uno de los hombres más poderosos del mundo. Sin embargo, el silencio de Cintrón llegó a su límite. La decisión de hablar no fue impulsiva; tras años de sacrificios y una lealtad inquebrantable, se sintió obligado a actuar.

La demanda revela que trabajó una media de 55 horas semanales, con más de 3,300 horas extraordinarias no remuneradas. En 2011, su salario fue ajustado de manera engañosa, lo que subraya un patrón de explotación sistemática dentro de la organización Trump. Este caso no es un incidente aislado; es un reflejo de un sistema donde numerosos empleados han sufrido condiciones similares, desde los casinos de Atlantic City hasta los hoteles de Manhattan.

El impacto de sus revelaciones podría ser monumental. Mientras el mundo observa, la política republicana comienza a tambalearse. Los donantes están desviando su apoyo y los aliados de Trump están reconsiderando su lealtad. La decisión de Cintrón de hablar podría no solo cambiar su vida, sino también alterar el rumbo del partido y la percepción pública de Donald Trump. En un contexto donde la verdad se entrelaza con el poder, el testimonio de un chófer podría hacer temblar los cimientos de un imperio construido sobre la opacidad. La historia apenas comienza.