A los 38 años, Novak Djokovic —el hombre con 24 títulos de Grand Slam, más que nadie en la historia— vive el momento más intenso y turbulento de su carrera. Mientras Federer y Nadal se han retirado dejando tras de sí una era dorada, el serbio sigue en pie… pero rodeado de polémica, dolor y un aura de soledad que pocos imaginaban.
En una entrevista explosiva con Corriere Della Sera, Djokovic rompió el silencio sobre su verdadera relación con Rafael Nadal y Roger Federer, revelando lo que muchos fans se negaban a creer: “Entre rivales, la amistad es imposible”, declaró. Luego añadió, con una mezcla de nostalgia y tristeza: “Nadal fue parte de mi vida durante 15 años. Lo vi más que a mi madre, pero nunca fuimos amigos.” 💔
Estas palabras encendieron las redes y dividieron al mundo del tenis. Varios exjugadores afirman que la rivalidad entre Djokovic, Nadal y Federer era mucho más tensa de lo que se mostraba públicamente, y que detrás de cámaras hubo momentos de silencios fríos, discusiones privadas y miradas que decían más que mil palabras.
Pero la confesión del serbio no fue el único golpe de la semana. En el Masters de Shanghái, Djokovic sufrió una derrota inesperada ante el joven desconocido Valentin Vacherot, que lo dejó visiblemente afectado. Testigos aseguran que, durante el partido, el serbio pidió atención médica y explotó de frustración, lanzando la pelota fuera de la pista y abandonando el estadio en silencio, sin saludar a su oponente.
“Fue surrealista”, contó Vacherot. “Sentí que estaba viendo caer un gigante.”
Mientras tanto, en los medios ya se habla del principio del fin para el campeón más feroz del tenis moderno.
Entre rumores de lesión, agotamiento emocional y confesiones que sacuden a la prensa deportiva, Djokovic enfrenta su partido más difícil: el de su propia soledad.