En una escena que parecía salida de una superproducción de Netflix, Pedro Martínez y Alex Rodríguez hicieron una aparición sorpresa e impresionante, dejando a todo el mundo del béisbol en shock. Esta tarde, un helicóptero privado negro mate, sin insignias y custodiado por dos drones de seguridad, aterrizó en el helipuerto secreto de la mansión campestre de Vladimir Guerrero, a 40 minutos de la capital dominicana.
Lo que siguió fueron 15 minutos de tensión, emociones y un aura de misterio.
Fuentes cercanas aseguran que Pedro y A-Rod llegaron con un objetivo claro: asistir a una reunión privada de “alto nivel” con Vladimir Guerrero y su hijo, Vladimir Guerrero Jr., en medio de rumores sobre una posible alianza deportiva que podría cambiar el futuro del béisbol dominicano. Pero lo más impactante fue el ambiente emocional del encuentro:
👉 antiguos roces entre Alex Rodríguez y Vladimir parecían disolverse en un apretón de manos que dejó a todos boquiabiertos, un momento que varios describen como “histórico”.
Vladimir Guerrero, siempre reservado y protector de su intimidad, recibió a los dos íconos en su “fortaleza de Baní”, un complejo rodeado de seguridad extrema, cámaras ocultas y caminos privados que solo unos pocos conocen. Testigos dicen que, por primera vez en años, se escucharon risas saliendo desde la terraza principal.
El helicóptero —cuyo propietario sigue siendo un misterio— permaneció con las hélices encendidas, como si la visita formara parte de una operación ultrarrápida. Algunos vecinos aseguran haber visto maletas pequeñas siendo trasladadas, alimentando teorías sobre planes secretos, inversiones conjuntas o incluso un proyecto internacional que uniría a los tres gigantes.
Las redes sociales están incendiadas:
¿Se trata de una reconciliación histórica?
¿Una alianza millonaria?
