La franquicia Tomb Raider, un elemento básico de la cultura pop desde hace casi 30 años, ha pasado por muchas iteraciones. Si bien la protagonista de la serie, la arqueóloga británica y superviviente empedernida Lara Croft, mantiene rasgos similares en todos los juegos, novelas, cómics y películas de la franquicia, no se puede negar que cada Lara Croft es una versión diferente del personaje. Lanzado en 1996, el videojuego original Tomb Raider tuvo tanto éxito que impulsó a su entonces desarrollador a lanzar lanzamientos anuales hasta 2003. Como era de esperar, Hollywood aprovechó la popularidad de Tomb Raider al elegir a Angelina Jolie para el papel de Lara Croft en acción real.
Dos décadas después de que la versión de Jolie de Lara Croft arrasara en taquilla, la protagonista cazadora de tesoros sigue reinventándose. El juego de 2013, Tomb Raider, reinició la historia del origen de Croft. Al poco tiempo, se convirtió en la entrega más vendida de la serie de videojuegos de larga duración y generó dos secuelas de videojuegos, Rise of the Tomb Raider (2015) y Shadow of the Tomb Raider (2018). Ahora, la serie animada de acción y aventuras de Netflix, Tomb Raider: The Legend of Lara Croft, ofrece otra versión del icónico personaje titular, completa con un actor de voz completamente nuevo.