Cuando Wally llegó por primera vez al refugio de animales de la ciudad de Islip, tuvo una existencia terrible. Tenía unos diez años cuando llegó sin permiso y era evidente que había vivido en el extranjero la mayor parte de su vida.
A pesar de todo, Wally solo quería que alguien lo amara incondicionalmente desde el principio, y sus nuevos amigos saltaron al refugio para demostrarle todo el cariño que le faltaba.
Entre otros problemas físicos, Wally tenía una grave afección cutánea, era ciego de un ojo y se distinguía claramente de los demás. Sus nuevos amigos estaban preocupados de que su extraña apariencia pudiera asustar a las posibles familias, pero esperaban que todo el mundo conociera al maravilloso perro que le llegó a gustar muy rápidamente.
Danielle Gourley, técnica veterinaria del refugio de animales de Islip Town, dijo a The Dodo que al perro “le encanta babear sobre ti y hará cualquier cosa por algo de comida”. También disfruta de relajarse sin hacer nada más que pasar el rato.
Wally es un perro maravilloso con mucho amor para dar y solo quiere encontrar una familia con la que compartir. Sin embargo, el refugio ha estado albergando al cachorro durante más de un año.
El perro mayor Wally solo quiere disfrutar de sus años dorados, y sus rescatadores están trabajando duro para encontrarle una familia para siempre lo más rápido que puedan porque vivir en el refugio lo está agotando.
Gorl señaló: “parece estar perdiendo terreno. Era feliz cuando apareció por primera vez. Disfruta de salir, pero parece ser infeliz dentro de su casa.
Wally se desarrollará bien en un entorno tranquilo, sin escaleras, niños pequeños ni otras mascotas. Wally te da su amor incondicional, pero, aparte de eso, lo único que quiere es una familia que comprenda sus necesidades médicas.
Todo lo que Wally quiere hacer ahora es pasar el resto de sus días acurrucado con una familia que lo aprecie porque ha vivido una vida difícil.