Spider-Man se enfrenta a una pérdida profunda, lamentando la pérdida de su tío Ben, su tía May y Harry.
El personaje reflexiona sobre las lecciones de responsabilidad impartidas por sus difuntos tutores. Surge una nueva dinámica familiar, y Spider-Man ahora se centra en proteger a MJ y a su bebé.
El antagonista, Vulture, amenaza a la familia de Spider-Man, lo que intensifica los riesgos.
Spider-Man reconoce un poder oscuro en el que confiaba anteriormente, lo que indica un regreso a las luchas pasadas. El héroe expresa una nueva capacidad para controlar este poder oscuro, con el objetivo de aprovechar su fuerza. La agitación emocional se representa a través de vívidas imágenes de angustia y el peso de la responsabilidad.