La superestrella trotamundos Ricky Martin cambia su existencia nómada para establecerse en Beverly Hills con el artista Jwan Yosef y sus hijos gemelos.
Decir que Ricky Martin, de 40 y tantos años, mantiene un atractivo juvenil puede ser el eufemismo del año. La superestrella puertorriqueña se apoderó de la atención como un fenómeno angelical de 12 años en la banda de chicos Menudo, amada tanto por adolescentes como por abuelas. Desde entonces, rara vez ha estado fuera del ojo público. Recién salido de una residencia de gran éxito en 2017 en el Monte Carlo Resort and Casino en Las Vegas, el último papel estelar de Martin lo lleva a interpretar al novio de Gianni Versace, Antonio D’Amico, en The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story del productor Ryan Murphy , en FX este enero.
Sin embargo, a pesar de todo su éxito, la mayor alegría de Martin reside en la feliz vida familiar que ha construido con su prometido Jwan Yosef, un artista sueco nacido en Siria, y sus gemelos de nueve años, Matteo y Valentino. La pareja se conoció hace dos años en Londres, donde Yosef vivía en ese momento, y pasaron los siguientes doce meses viajando por el mundo en el One World Tour de Martin. Los niños estuvieron con ellos durante todo el viaje.
“Tino y Matteo nacieron en la carretera. Están acostumbrados a pasar dos semanas en un lugar y luego irse”, dice Martin. “Nuestros hijos son estables cuando estamos juntos. Dondequiera que estemos, ese es nuestro hogar”.
Hoy, sin embargo, el concepto de hogar de la familia tiene una dirección real , concretamente en Beverly Hills. “Estábamos considerando vivir en Londres o Nueva York , pero luego decidimos alquilar en Los Ángeles durante un mes, para sentir el ambiente. Los Ángeles nos tomó totalmente por sorpresa: nos encantó. A finales de mes, sabíamos que queríamos estar aquí”, recuerda Yosef. Después de una maratoniana expedición de búsqueda de casa de tres días, la pareja se decidió por el primer lugar que habían explorado, una residencia serena y modernista con un sorprendente pedigrí arquitectónico. En el centro de la vivienda de 11.000 pies cuadrados había una casa de 3.000 pies cuadrados diseñada por el aclamado arquitecto de mediados de siglo Gregory Ain para el psiquiatra Fred Feldman y su esposa, Elaine, en 1953.
“Aunque la casa se había ampliado mucho a lo largo de los años, queríamos respetar su visión original: las líneas limpias, la amplitud y la sensación de calma”, dice Martin. A menos de dos meses de la compra y la mudanza, la pareja contrató al diseñador de AD100 Nate Berkus , a quien habían conocido a través de amigos en común, para que facilitara el proceso. Afortunadamente para todos los involucrados, Martin y Yosef no necesitaban ni deseaban una renovación milagrosa.
Muebles de Teak Warehouse, acolchados con tela Sunbrella, junto a la piscina. Cilindros de hormigón de RH. Velas de Baobab Collection.
“No nos interesaba una casa completamente decorada con un estilo específico, cuidada hasta el último detalle. Queríamos cubrir lo básico para que fuera cómoda para nosotros y los niños, pero dejamos mucho espacio para que la casa creciera y evolucionara en los años venideros”, explica Yosef.
Berkus secunda la idea. “Ricky y Jwan son artistas y tienen ideas muy particulares sobre cómo quieren vivir”, observa el diseñador. “En última instancia, ayudé a darles una base sólida y neutral que pueden cultivar juntos para hacer que la casa sea verdaderamente suya. El sentido del lugar tiene que ver con el futuro de su familia”. La base que Berkus y sus clientes sentaron se basa en gran medida en diseños modernos clásicos del siglo XX, incluidas piezas exclusivas de Ray y Charles Eames , Milo Baughman y Hans Wegner, revitalizadas por una variedad de muebles contemporáneos de calidad de artistas como BassamFellows y Tom Dixon. La mezcla también incluye algunos favoritos sentimentales, entre ellos la mesa de comedor de madera larga, un antiguo escritorio que Martin adquirió en 1996.
“Fue mi primer mueble de verdad y aquí queda perfecto”, afirma el cantante. “Jwan tiene un gusto impecable, así que le doy la mayor parte del mérito por lo bien que queda todo”, añade. “Mi principal preocupación era la comodidad y la practicidad, y creo que lo hemos conseguido”.
Uno de los placeres de mudarse a su nuevo hogar fue la posibilidad de incorporar obras de la naciente pero creciente colección de arte de la pareja, que evita en gran medida los predecibles trofeos de adquisición contemporánea en favor de creaciones intrigantes y menos conocidas de artistas jóvenes.
“Soy un artista joven y es divertido vivir con las obras creadas por mis amigos y colegas artistas”, dice Yosef, cuyas cautivadoras pinturas y grabados se exhiben con gran realce en las nítidas paredes blancas. Mientras tanto, la formación musical de Martin se refleja en una serie de fotografías en blanco y negro de cantantes legendarios como Janis Joplin, David Bowie, John Lennon, Louis Armstrong y Frank Sinatra. El idiosincrásico conjunto también incluye algunas piezas de primera línea, como una escultura recientemente adquirida por Larry Bell y un fantástico lienzo del artista cubano Wifredo Lam que Martin compró en 1998, cuando comenzó a coleccionar arte latinoamericano en serio
La antigua sala de yoga de la casa se ha convertido ahora en el taller de un artista para Yosef, y Martin tiene planes de construir un estudio de grabación en la propiedad. En cuanto a Matteo y Valentino, los niños están deseando pasar un buen rato jugando en una casa en el árbol que todavía no se ha instalado entre las ramas de uno de los preciosos ejemplares que salpican la finca.
“Hay mucho potencial para crear un entorno vibrante y creativo para nuestra familia”, afirma Martin. “Nunca se puede estar seguro de lo que traerá el futuro, pero estoy ansioso por descubrirlo”.
