Henry Cavill, con toda la razón, es considerado a menudo el epítome de la figura masculina. Uno de los actores visualmente más atractivos de la industria, Cavill también ha demostrado que es mucho más que una cara bonita.
Sin embargo, sorprendentemente, el ascenso a la fama del actor británico no estuvo exento de desafíos. Al principio de su carrera, Cavill se enfrentó a un incidente desmoralizador durante la producción de El conde de Montecristo (2002), una adaptación de 75 millones de dólares de la novela clásica de Alexandre Dumas. Los productores de la película no solo le exigieron que perdiera peso para su papel, sino que eligieron una forma poco convencional y, posiblemente, inapropiada de transmitirlo.
Henry Cavill no se puso contento cuando los productores le dijeron esto a su madre
En El conde de Montecristo, Cavill, que entonces tenía 19 años, interpretó a Albert Mondego, el hijo de Mercédès (Dagmara Dominczyk). El papel fue significativo para el joven actor, ya que supuso su primera gran producción en Hollywood. Sin embargo, la emoción de Cavill pronto se agrió.
En una entrevista, Henry Cavill reveló que los productores, insatisfechos con su físico, se acercaron a su madre en lugar de dirigirse a él directamente. Le pidieron que le informara a Cavill que necesitaba perder peso para conseguir el papel. Al recordar el momento, Cavill dijo (a través de SlashFilm):
La llevaron aparte para decirle que realmente necesitaba perder peso para conseguir el papel. Y ella tenía que decírmelo. Yo pensaba: “Si tengo sobrepeso, ¿por qué no pueden decírmelo ellos mismos?”. Estaba realmente cabreado.
A pesar de la petición poco convencional y hiriente, Cavill demostró su determinación. Logró perder 21 libras en un corto período de tiempo, lo que le permitió cumplir con las exigencias de los productores.
Henry Cavill fue apodado por su peso cuando era niño.
Las preocupaciones de Cavill por su peso no empezaron en Hollywood. De niño, a menudo se burlaban de él por su tamaño, lo que le valió el apodo de “Fatty Cavill”. Estas experiencias dejaron una impresión duradera, moldeando su relación con su cuerpo y su autoestima. En una entrevista (a través de Slash Film) admitió:
Siempre fui consciente de mi peso después. He tenido amigas en el pasado que me decían: “No, en serio, tu peso está bien, te ves genial”, pero simplemente no les creía.
El incidente durante las audiciones de El conde de Montecristo solo exacerbó sus inseguridades. Sin embargo, también sirvió como un punto de inflexión y dio inicio a una carrera que continúa alcanzando nuevas alturas, hoy en día. El conde de Montecristo se convirtió en un éxito comercial y de crítica, recaudando más de $ 75 millones en todo el mundo.