Fue una historia desgarradora de abandono y supervivencia, en la que Roman tuvo que valerse por sí mismo en la dura naturaleza. Después de ser atacado por lobos y dado por muerto, el destino de Roman parecía sellado hasta que un trabajador de buen corazón llegó y lo salvó del borde de la muerte.
Sin embargo, la aventura de Roman aún no ha terminado. Las graves heridas le provocaron sangrado y hipotermia, y su temperatura corporal bajó rápidamente mientras luchaba por su vida. Los rescatistas trabajaron rápidamente, limpiándolo y calentándolo en un esfuerzo frenético por salvarlo.
A pesar de sus mejores esfuerzos, la condición de Roman siguió siendo grave. Permaneció inmóvil, apenas respirando, durante lo que pareció una eternidad. Pero de repente, un rayo de esperanza: sus párpados se abrieron y comenzó a mostrar signos de vida nuevamente.
Durante los siguientes tres días, la condición de Roman mejoró de manera constante. Las radiografías mostraron que tenía un nivel de azúcar en sangre muy bajo, pero afortunadamente no había evidencia de daño en la cabeza. Lo trasladaron a una caja separada para que lo observaran y cuidaran más, y luego a una habitación más grande donde pudiera respirar aire fresco.
La perseverancia de Roman fue simplemente asombrosa. A pesar de las dificultades que enfrentó, luchó por su vida y salió victorioso. Sus nuevos cuidadores lo describen como un joven encantador y cariñoso, y están dedicados a brindarle la vida feliz que se merece.
La historia de Roman es un duro recordatorio de la necesidad de compasión y cuidado para los animales. Incluso frente a una adversidad inimaginable, estas especies pueden mostrar un increíble impulso para sobrevivir. Con la ayuda de cuidadores y organizaciones comprometidas, las personas pueden seguir viviendo vidas felices y significativas, libres de miedo y dolor.