Mientras los cachorros callejeros deambulan por las calles, sus corazones se agitan con la esperanza de que pronto su suerte cambie.

Su mayor deseo es encontrar un lugar al que llamar hogar y conseguir una familia que los ame y los haga sentir seguros.

Betsy era una de esas perritas callejeras que anhelaba sentirse querida y cuidada. Era algo que había anhelado toda su vida.

Después de haber resultado herida un día, supo que debía pedir ayuda a los humanos. Y mientras caminaba por el vecindario, su corazón la llevó al umbral de una familia que nunca había visto antes.

Cansada y herida, se acurrucó frente a su casa, esperando que la ayudaran.

Con la esperanza de conocer buenos seres humanos

Cuando April y Joe Sullivan abrieron la puerta de entrada, se sorprendieron al encontrar una perrita negra tirada en el porche. Lo primero que notaron fue la mirada triste en sus ojos. La perrita parecía estar a punto de darse por vencida.

Sullivan acarició a la perrita e intentó hacerla sentir mejor. Se entristecieron al darse cuenta de que la perrita estaba herida y no podía caminar sola.

La nieta de la pareja también estaba allí. Jo siempre le enseñó a tener cuidado con los cachorros que no conocía, pero desde el principio quedó claro que podía bajar la guardia frente a la dulce Betsy.

“Había algo en Betsy. Incluso estando enferma, [ella] se inclinaba para acariciarla, la lamía. Simplemente dulce”, dijo April.

El corazón de su nieta se derritió al ver que Betsy la amaba. Estaba fascinada por la alegre perrita y no podía dejar de mirarla.

Betsy recibe la ayuda y el cuidado que necesita

Tan pronto como la familia alimentó a Betsy, decidieron llevarla al veterinario. Joe la tomó suavemente en sus brazos. Mientras la llevaba a su auto, le dio un beso cariñoso. La perrita se sintió segura.

Joe y April no saben cómo se lastimó Betsy, pero suponen que fue atropellada por un auto. También sabían que la cachorra necesitaría un hogar permanente después de recuperarse.

Tan pronto como Betsy recibió un examen veterinario completo, el veterinario informó a la familia Sullivan que tenía daño en los nervios y que necesitaría muchos cuidados.

Joe llevó a Betsy a casa. Él y su esposa la cuidaron y la abrazaron. Se aseguraron de que supiera cuánto la amaban.

Recibiendo el amor que anhelaba

Betsy era muy cariñosa y agradecida por todo el amor y el cuidado que la familia le dio. Les lamía las caras y les daba dulces besos. Les estaba haciendo saber que ella también los amaba.

La perrita amorosa se robó el corazón de April y la pareja decidió que Betsy se quedaría en su casa para siempre. Joe admitió que quiere quedarse con Betsy desde que la vio. Solo estaba buscando una manera de que funcionara.

Otros perros de la familia generalmente no se llevan bien con otros cachorros, pero aceptaron a Betsy en su manada.

“A nuestros perros no les gustan otros perros. Ella ama a nuestros perros. A ellos no les gusta tanto como a ella, pero todos están bien y eso no es normal para nuestros perros”, dijo.

Gracias a la excelente atención de su familia, Betsy se recuperó de manera extraordinaria. Puede subir y bajar las escaleras por sí sola.

Sullivan estaba emocionado de ver que Betsy se había convertido en una perrita feliz que ama la vida.

Saber que el mayor deseo de Betsy se hizo realidad me hace sentir emocionado. Ella merecía recibir todo el amor que le faltó mientras vivía en la calle. Betsy nunca más se quedará sola.

Espero que todos los cachorros callejeros sean rescatados de las calles y que encuentren el camino a su hogar para siempre. Todos los perros callejeros merecen por igual un sentimiento de amor y orgullo.