Joffrey Baratheon era un monstruo con ropas reales, y todos los fanáticos de Game of Thrones, en algún momento, han fantaseado con su muerte prematura. Si bien su envenenamiento final en Tormenta de espadas fue inmensamente satisfactorio, ¿qué hubiera pasado si Sansa Stark hubiera tomado el asunto en sus propias manos mucho antes?

Imaginemos si realmente lo hubiera hecho, arrojándolo al abismo, arrastrándose con él en un impactante asesinato-suicidio. Las repercusiones de un acto tan audaz habrían sido asombrosas. Exploremos cómo podría haber cambiado Westeros si el Rey de los Niños Locos nunca hubiera pasado del primer libro.

Una escena en Game of Thrones que podría haberlo cambiado todo

Todos querían que Sansa Stark matara al menos a Joffrey Baratheon, si no a Cersei Lannister. Probablemente contempló matarlos en el fondo de su mente tantas veces. El momento que más le pasó factura fue al final de Juego de Tronos, y en la serie, corresponde al episodio 10 de la temporada 1, Fuego y sangre. Un usuario de Reddit compartió sus pensamientos sobre este momento y tiene todo el sentido.

Joffrey, siempre sádico, lleva a Sansa a las murallas del castillo para mostrarle las cabezas cortadas de su padre, Eddard Stark, y otros miembros ejecutados de su familia. Se burla de su dolor y le dice que Robb será el siguiente.

Abrumada por la rabia y la desesperación, Sansa tiene un pensamiento breve pero poderoso: podría empujar a Joffrey por el borde, enviándolo a caer en picado hacia su muerte. Sin embargo, el Perro interviene, bloqueando involuntariamente su oportunidad.

Pero imagina si lo hubiera hecho. Si Sansa se hubiera lanzado hacia adelante y se hubiera llevado a Joffrey con ella, las repercusiones habrían sido inmediatas e inmensas. Ella se habría vuelto infame como la Matarreyes, y Cersei, en su dolor y furia, probablemente habría ejecutado a todos los prisioneros Stark que quedaban en Desembarco del Rey.

Sin la crueldad errática de Joffrey, la Guerra de los Cinco Reyes podría haber tenido un desarrollo muy diferente. Tommen, un niño más dócil, habría sido coronado mucho antes, poniendo a Cersei y Tywin en control total del trono mucho antes de lo que se dice en el canon.

Esto también habría alterado drásticamente la dinámica de poder en el Norte. Robb, devastado por la noticia de la muerte de Sansa, podría haber abandonado cualquier intento de diplomacia y haberse convertido en un señor de la guerra.

Los Tyrell habrían tenido que repensar su enfoque para ganar influencia en la capital, ya que todo su complot de la Boda Púrpura habría sido innecesario. Y sin Joffrey atormentándola, el camino de Margaery Tyrell hacia el poder podría haber tomado una ruta muy diferente.

EspañolCómo murió Joffrey Baratheon y por qué se lo merecía

Tanto en los libros como en la serie, Joffrey encuentra su fin en Tormenta de Espadas y en el episodio 2 de la temporada 4, El león y la rosa. Durante su banquete de bodas con Margaery Tyrell, Lady Olenna Tyrell y Petyr Baelish envenenan el vino de Joffrey.

Su muerte es agonizante, se ahoga, se pone morado y se derrumba en los brazos de su madre mientras se araña la garganta. Un final humillante y doloroso para un personaje que disfrutaba de la crueldad.

La muerte de Joffrey era necesaria para el progreso de la historia. Obligó al miembro más inteligente de los Lannister a ser abandonado por la familia y unirse a la Reina de los Ándalos y los Primeros Hombres. Si esto nunca hubiera sucedido, el ataque de Daenerys Storm𝐛𝐨𝐫𝐧 a Westeros podría haberse retrasado.

La supervivencia de Joffrey habría provocado una inestabilidad continua, haciendo que la guerra fuera aún más sangrienta. Su muerte allanó el camino para que Cersei alcanzara un mayor poder y, finalmente, el caos que definiría la segunda mitad de la serie.

Pero si Sansa hubiera sido la que lo hubiera acabado, la trayectoria de la historia habría sido muy diferente. Los Lannister podrían haber consolidado su poder antes, o tal vez Westeros habría vivido una agitación aún mayor. De cualquier manera, es fascinante considerar cómo un acto impulsivo de venganza podría haber reescrito el destino de los Siete Reinos.