A pocos meses de su retiro, el extenista muestra su incursión en otros ámbitos.
Quienes conocían bien a Rafael Nadal sabían a la perfección que una vez consumado el retiro, su vida iba a estar lejos del descanso. Naturalmente, le dedica mayor cantidad de tiempo a estar con su hijo y la familia, pero nunca dejó de buscar qué hacer desde otros ámbitos laborales. Ya desde antes de colgar las raquetas había acercado su interés al campo empresario.
La Fiera es parte de diferentes proyectos a lo largo de todo el mundo, situación que no le priva de viajar tal como lo hiciese en los 20 años de carrera. En el último tiempo, oficializó la incursión en el mundo inmobiliario y del hospedaje con la sociedad creada junto con el también español Gabriel Escarrer, dueño de una de las cadenas de hoteles de mayor expansión en estos años. Una señal de eso es la inauguración del primer Zel en América Latina, más precisamente en Punta Canta, acto del que formó parte Rafael Nadal.
Fue la primera vez del español en el país caribeño.
“Es un proyecto muy joven, empezó hace prácticamente un año y medio y con una idea y una visión de dos personas de Mallorca que somos unos enamorados del Mediterráneo y que queríamos de alguna manera transportar la vida mediterránea al mundo”, comentó el oriundo de Manacor en la presentación. De esa forma comparó el lugar de República Dominicana con su sitio natal.
La intención es crear una academia de tenis en ese lugar.
Por otro lado, Rafael Nadal sumó detalles acerca de cómo está transitando este ciclo lejos de la actividad que lo acompañó siempre. Encontrar objetivos que lo motiven siempre es importante y por eso celebra el proyecto: “En esta nueva etapa de mi vida me ilusiona muchísimo el proyecto, espero día a día estar más involucrado. Hoy inauguramos este hotel y esperamos que sea el principio de una relación exitosa y que evidentemente no sea el último”.
Nadal agradeció el cariño de la gente.
Siempre muy cercano
Independientemente de la ambición natural por parte de la firma por extenderse hacia distintos lugares del mapa mundial, la elección de llegar a Latinoamérica marca otra ligazón más entre la región y Rafael Nadal. Es una porción del planeta en la que sintió el amor del público todo tiempo y eso siempre se valora.
De los mejores jugadores de los últimos tiempos, el español fue el que más eligió jugar los torneos que tenía a esta parte del continente como sede. Estuvo tres veces en Buenos Aires (salió campeón una vez) y otras tantas en México (también levantó el trofeo en Acapulco). Además, participó otra vez del Chile Open.