Durante el año 2022, la salud de la reina se deterioró notablemente. A sus 96 años, había contraído COVID-19 en febrero, y aunque sus síntomas fueron leves, la preocupación creció en el Reino Unido. En sus últimos días, la reina se encontraba en el castillo de Balmoral, donde había estado desde el 21 de julio. A pesar de su delicada salud, continuó cumpliendo con sus deberes, como destituir al entonces Primer Ministro Boris Johnson y nombrar a Liz Truss como su sucesora, en una ceremonia que tuvo lugar en Escocia.