Las tiaras de la Reina Isabel II no solo eran joyas deslumbrantes, sino también símbolos de poder y tradición. Con la muerte de Isabel II en septiembre de 2022, se planteó la pregunta inevitable sobre quién heredaría estas piezas icónicas. Mientras que algunas tiaras fueron destinadas a la nueva Reina Consorte, Camila, otras parecían estar reservadas para Catalina, lo que ha generado un debate sobre la distribución de estas reliquias.