“Too Far Gone” destroza The Walking Dead con un pulso de brutal ajuste de cuentas, un capΓtulo conmovedor donde el Gobernador (David Morrissey) ataca βsu gruΓ±ido es un himno bajo, su arma un peso firmeβ mientras asalta la prisiΓ³n, cada movimiento una marcha hacia la ruina, su rabia una bola tambaleΓ‘ndose hacia el caos. Es un villano desquiciado βsus ojos oscuros brillan de furiaβ mientras Rick Grimes (Andrew Lincoln) suplica, su gruΓ±ido un rugido cansado,
Hershel Greene (Scott Wilson) cae, su calma una chispa que se desvanece. Daryl Dixon (Norman Reedus) lucha βsu ballesta un arma silenciosaβ mientras Georgia zumba con un caos desolador: tanques ruedan en campos brumosos, manchas de sangre en muros agrietados, el aire denso de podredumbre y gritos tenues, un golpe sordo distante que atraviesa el silencio. La banda sonora de Bear McCreary se desborda con un pulso tenso y trΓ‘gico: cuerdas que aΓΊllan, tambores que retumban, arrastrΓ‘ndote a un crisol de pΓ©rdida y guerra. Es The Walking Dead en su faceta mΓ‘s devastadora y conmovedora: una lΓnea que cruzas y te deja sin aliento en su oscura y desesperada estela.