La devastación inunda el ambiente tras la sorpresiva muerte del renombrado cantante Rubby Pérez, conocido como “la voz más alta del merengue”. Su novia, Lady, ha llegado desde Houston, Texas, para despedirse del artista en un emotivo funeral que ha dejado a familiares y amigos sumidos en el dolor.
Sulinka Pérez, hija del intérprete, reveló que solo días antes de su fallecimiento, Rubby había alterado su agenda profesional, ansioso por reencontrarse con su pareja. En una entrevista conmovedora, Sulinka compartió que su padre canceló un importante show para poder viajar a Houston y pasar tiempo con Lady. “Papi me dijo: ‘Voy a adelantar el viaje a Houston’, y cuando le pregunté por el show, me respondió que ya lo había cancelado. Quería estar con ella”, relató entre lágrimas.
La escena del funeral es desgarradora. Amigos cercanos y familiares se han reunido para rendir tributo al artista, cuyas notas vibrantes aún resuenan en la memoria colectiva de sus seguidores. La tristeza es palpable, especialmente en Lady, quien, visiblemente afectada, se aferra a los recuerdos de su amor. Su presencia en este difícil momento resalta el profundo vínculo que compartieron, a pesar de la naturaleza reservada de Rubby respecto a su vida personal.
El legado de Rubby Pérez, quien perdió a su esposa Inés Lizardo el año pasado, se ve ahora marcado por la repentina pérdida y la tristeza que deja entre sus seres queridos. Con su partida, el mundo del merengue llora no solo a un ícono, sino a un hombre que valoraba profundamente las relaciones que fueron significativas en su vida. La música de Rubby seguirá sonando, pero su ausencia se sentirá intensamente en cada acorde.