El nacimiento de Nicholas y Lucy, los mellizos de Enrique Iglesias y Anna Kournikova hace tres años pillaba de sorpresa a todo el mundo y se convertía de inmediato en una auténtica bomba mediática. La pareja mantuvo en la más estricta intimidad este embarazo y lograron que no se filtrara nada hasta que los pequeños estuvieron en brazos de sus padres. Ni un solo rumor en los medios que apuntara a este hecho. La familia ahora celebra su tercer cumpleaños y, para festejar esta fecha tan especial, la extenista ha querido enseñar en sus redes sociales lo mucho que han crecido y el gran parecido físico que guardan con sus padres.
Con un escueto ‘3’, en relación a la edad que ahora tienen los niños, Anna dejaba al descubierto dos fotos de los verdaderos protagonistas de este día tan señalado. En la primera aparece Nicholas con una pícara sonrisa en su rostro y vestido con un polo blanco con detalles azules y una gorra de dibujos animados. Eso sí, colocada hacia atrás, como si por sus genes corriera ese estilismo tan característico de su padre. De su madre se observan más rasgos físicos en común, como el rubio de su cabello. En la segunda instantánea, es Lucy la que posa para su madre mientras juega en el jardín. Vestida con un conjunto de distintos tonos azules, la niña también habría heredado la larga melena rubia de Kournikova.
Estos no son los únicos retoños de la pareja, que seguían un patrón estricto en cuanto a la preservación de su intimidad muy similar al caso de sus mellizos y comunicaban casi por sorpresa el nacimiento de su tercera niña, Mary No se tuvo constancia del embarazo hasta apenas unas semanas antes, y el nombre de su tercera hija no se desveló hasta meses después. “Se padre me ha cambiado la vida y soy feliz”, afirmaba el hijo de Julio Iglesias en una entrevista para Univisión, “es increíble verlos crecer”.En esta misma charla, Enrique confesaba que la paternidad le había cambiado la vida y que le resultaba cada vez más complicado irse de giras por todo el mundo y separarse de su familia. “Es difícil dejarlos dos días o dos semanas. No es fácil. Intento no estar más de dos semanas fuera de casa”, se sinceraba sobre cómo estaba viviendo la paternidad, admitiendo que ahora sus prioridades habían cambiado y que “todo giraba en torno a ellos”.