El Gran Premio de Miami, que comenzó con celebraciones y burbujas de champán, pronto se transformó en un campo de batalla legal que dejó a Red Bull y Max Verstappen en estado de alerta. Tras la carrera, Red Bull presentó una queja formal ante la FIA, señalando que George Russell, de Mercedes, no desaceleró adecuadamente bajo las banderas amarillas, lo que le permitió realizar una parada en boxes estratégica que lo catapultó al tercer puesto, despojando a Verstappen de la posición por apenas 2.3 segundos.
La tensión había comenzado a acumularse mucho antes, cuando el campeón reinante, Verstappen, después de haber conseguido la pole, se vio presionado desde el inicio de la carrera. Tras perder el liderazgo a favor de Oscar Piastri y Lando Norris, el neerlandés se encontró luchando por recuperar terreno. Sin embargo, el momento decisivo llegó en la vuelta 28, cuando la carrera fue neutralizada por un incidente mecánico. Russell, en un acto de rápida decisión, aprovechó la oportunidad para entrar a boxes, un movimiento que, aunque estratégico, fue rápidamente cuestionado por Verstappen a través de la radio del equipo.
El argumento de Red Bull se centraba en la interpretación de las regulaciones: según ellos, Russell no había desacelerado lo suficiente bajo las banderas amarillas. Mercedes, por su parte, defendió su posición argumentando que el levantamiento del acelerador por parte de Russell constitía una reducción significativa de velocidad. Mientras los comisarios de la FIA examinaban los datos, la controversia crecía, resaltando no solo la competencia feroz entre los pilotos, sino también la delgada línea que separa la estrategia de la legalidad en el automovilismo.
Finalmente, la FIA falló a favor de Russell, indicando que su velocidad había disminuido en relación con la de carreras. La decisión dejó a Red Bull frustrado y a Mercedes celebrando un triunfo en medio de la tormenta. La lucha por el podio no solo había sido feroz en la pista, sino que ahora se trasladaba al ámbito legal, recordándonos que la Fórmula 1 es tanto una batalla de velocidad como de astucia.