En *Sección 8*, dirigida por Christian Sesma, un exsoldado (interpretado por Ryan Kwanten) es reclutado por una oscura unidad gubernamental después de que su familia se convirtiera en el objetivo de una célula terrorista. Colaborando con un agente experimentado (Dermot Mulroney) y un agente novato (Scott Adkins), descubre una conspiración que involucra drones no autorizados y un ataque global. La película se desarrolla en una ciudad devastada por la guerra, donde el equipo compite contrarreloj para detener la amenaza.
🔥 Acción intensa en medio del caosLa película ofrece acción implacable, con explosiones de fuego, ataques con drones y crudos tiroteos que iluminan la pantalla. El escenario del campo de batalla urbano, con edificios en ruinas y vehículos en llamas, crea una atmósfera tensa y caótica. Los ataques con drones son un punto culminante, combinando la guerra moderna con el combate de alto riesgo, mientras que las maniobras tácticas del equipo mantienen la adrenalina al máximo. 💔 El riesgo emocional pasa a un segundo planoEl trauma familiar del soldado proporciona un motivo personal, pero la película se centra más en la acción que en la profundidad emocional. El vínculo entre los agentes ofrece cierta camaradería, pero sus historias están muy poco esbozadas, lo que hace que sus luchas parezcan secundarias al espectáculo. La trama conspirativa, aunque intrigante, carece de la profundidad necesaria para conectar plenamente a nivel emocional.