**GROSSE ANSPANNUNG bei FERRARI nach dem LEAK ENTTÄUSCHENDER DATEN des SF-25!**
Maranello está al borde del colapso tras la reciente filtración de datos sobre el SF-25, un coche que no solo ha fracasado técnicamente, sino que también ha traicionado las esperanzas de una apasionada afición. El nuevo director técnico, Loig Serra, se enfrenta a un proyecto que es un auténtico laberinto, con un automóvil que demuestra ser inestable y errático en la pista. A pesar de las expectativas de un avance significativo, el SF-25 ha resultado ser un vehículo que no ofrece la consistencia necesaria, generando frustración entre ingenieros y pilotos.
La situación es crítica: tras un prometedor 2022, donde Ferrari quedó a solo 14 puntos de McLaren y ganó cinco carreras, el equipo ha retrocedido drásticamente. Las actualizaciones introducidas en Baréin no han tenido el efecto deseado, y la debilidad del eje trasero sigue siendo un punto de vulnerabilidad. En un evento desalentador en Miami, Ferrari fue superado incluso por Williams, un golpe simbólico que desató la ira en Maranello.
El Gran Premio de Hungría se perfila como un punto de inflexión vital: ¿invertirá Ferrari en el SF-25 o cerrará este capítulo para concentrarse en 2026? Las modificaciones menores que se esperan en Imola no son suficientes para ilusionar, y el verdadero cambio podría llegar en Barcelona con una revisión radical del diseño del coche. Las nuevas regulaciones de la FIA podrían ofrecer una oportunidad, pero confiar en errores ajenos nunca ha sido una estrategia ganadora.
La presión aumenta. Con la competencia de McLaren, Mercedes y Red Bull acechando, Ferrari se encuentra atrapado entre una presente incierta y un futuro que debe ser reescrito. Los errores del pasado no pueden repetirse; se requieren decisiones audaces y, sobre todo, la verdad debe ser reconocida: el SF-25 es un fracaso. La historia de Ferrari en la Fórmula 1 está en juego, y el tiempo se agota. Forza Ferrari, ¡la revolución es ahora!