Camilota, la carismática figura de “Cuestión de Peso”, deslumbró en “Viviana en vivo” con su desparpajo y sinceridad. En una conversación que rápidamente se tornó en un emotivo relato de transformación personal, reveló que ha perdido 38 kilos en casi un año, un viaje que ha cambiado su vida de formas inimaginables.
Desde su aparición en la televisión, Camilota ha sido conocida no solo por ser el apoyo incondicional de su hermano Tiago, sino por su energía contagiosa que irradia confianza. “Quiero cambiar mi vida”, fue el mantra que la impulsó a enfrentar sus propios demonios, un proceso que comenzó tras un ataque de pánico que la llevó a reflexionar sobre su salud y bienestar. Al hablar de su transformación, la emoción la embarga; sus ojos se llenan de lágrimas al recordar cómo este programa no solo la ayudó a perder peso, sino que le devolvió la autoestima que había perdido durante años.
Su vida actual es un testimonio de empoderamiento. Camilota ya no es la misma, y su deseo de disfrutar de cada momento brilla en cada palabra. “El que no es pu… no lo disfruta”, dice con una sonrisa pícara, subrayando que la liberación emocional que siente ahora va más allá de lo físico. La charla se torna ligera y divertida cuando menciona su curiosidad por las relaciones, revelando que ha estado explorando su identidad personal y romántica.
Con un futuro lleno de posibilidades, Camilota busca no solo amor, sino también estabilidad laboral, anhelando un trabajo que le permita demostrar su potencial. Su historia es un recordatorio de que la lucha por el bienestar es universal y que, con determinación y apoyo, se pueden superar obstáculos. Camilota no solo ha transformado su cuerpo; ha renovado su espíritu, y su contagiosa alegría resuena con todos aquellos que la siguen. Este es solo el comienzo de una nueva etapa en su vida, y su viaje inspira a muchos a seguir adelante.