**A sus 65 años, Sergio Vargas rompe el silencio dejando al mundo CONMOCIONADO**
En una conmovedora confesión, Sergio Vargas ha dejado al mundo atónito al hablar sobre la trágica muerte de su hermano del alma, Ruby Pérez. En un especial desgarrador, Vargas, visiblemente afectado, reveló detalles escalofriantes que nadie esperaba escuchar. A tan solo 15 días de que Ruby subiera a un escenario, Vargas ya había presenciado señales inquietantes que lo llenaron de ansiedad.
La noche fatídica, mientras Vargas compartía risas con sus hijas, una premonición lo invadió. “Concilia con la muerte y vámonos otra vez”, resonaban sus palabras en un contexto que ahora parece profético. La llamada que lo despertó a la 1:30 de la madrugada lo congeló: Ruby había partido de este mundo. Con cada palabra, Vargas desnudó su dolor y la realidad de una tragedia que pudo evitarse.
Ruby, un icono del merengue, había dejado cicatrices invisibles en quienes lo rodeaban. Su ausencia dejó un vacío en la música tropical y en el corazón de quienes lo conocían. En un desgarrador homenaje, Vargas recordó la importancia de cuidar los espacios donde los artistas se presentan, señalando una cadena de negligencias que acabó en tragedia. “Esto no fue un accidente, fue una bomba de tiempo”, enfatizó, exigiendo cambios inmediatos en la seguridad de los eventos.
El impacto de la muerte de Ruby no solo se siente en la música, sino también en la vida de quienes lo amaban. Vargas, al borde de las lágrimas, decidió recordar a su amigo con alegría y amor, un poderoso mensaje en medio del dolor. “Nuestros muertos no descansan si nosotros no los dejamos ir”, concluyó, recordando que aunque Ruby ya no esté físicamente, su legado y su esencia vivirán por siempre.